Los tankas son poemas tradicionales del Japón; tomando prestada su estructura, podemos nacionalizarlos de la siguiente manera:
Luna estridente,
en el centro del hombre
dos palos golpean.
Has de gritar, lunita,
para el baile comenzar.
Pulmonar viento,
del silencio nacido,
pierdes tu esencia:
en el moldeado bronce
creces hasta la euforia.
Celeste techo
vigilas cadencias, pues,
en la planicie,
fragmentado arco iris,
el infierno ha soltado.
Luna estridente,
en el centro del hombre
dos palos golpean.
Has de gritar, lunita,
para el baile comenzar.
Pulmonar viento,
del silencio nacido,
pierdes tu esencia:
en el moldeado bronce
creces hasta la euforia.
Celeste techo
vigilas cadencias, pues,
en la planicie,
fragmentado arco iris,
el infierno ha soltado.
Podrías escribir un poema para mi????
ResponderBorrarLau: Sí, si suiera quién eres.
ResponderBorrarYa me han dado ganas de irme a Oruro para el Carnaval.
ResponderBorrarComo siempre querido Estido, esos tankas te salieron desde el alma.
Cápsula: El Jr.(Humito) fue quien me dio la foto de la diablada; dice que era mágico ver a los diablos en la inmensidad del salar. Los escribí hace tres años, los puse en el blog porque no tenía (y sigo sin tener) cabeza para escribir nada. Ha estado muy dura la segunda toma(da).
ResponderBorrarRealmente qué hermosas imágenes de la Diablada!!! y los Tankas con todo el sentimiento a flor de piel!!!
ResponderBorrarSaludos =)
Gracias, Ceci; pero debo reconocer que la foto del Jr. me dio la idea general. Tiene varias fotos de los diablos en el Salar. Un abrazo.
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