Frente a la quinta pared
altar policromo
receptáculo de fantasmas
se han postrado los adoradores
dejando atrás los sueños propios
las fantasías infantiles
que volaban en sillas metálicas
que cabalgaban sobre jirafas bicéfalas
para idolatrar al dios de turno
comulgando sangre hirviente y un pan
agujereado como sus almas.
Templo y cementerio
¿a quién se debe adorar?
en tu espacio ya no entran las nubes
rosadas
blancas
cargadas por un titán andino
bajo tu cielo de estuco
miedos
infamias
odios
muertes
sueños
palabras
ellos
guerras
mundos
sexos
alegrías
sufrimientos
esperanzas
ilusiones
rumbos
se imponen en veintinueve pulgadas.
Infame quinta pared
por tu culpa, tu gran culpa
Kalimán ya no habita en los parques.
Me ha gustado la poesía hermano. Supongo que tu cuarto no tien quinta pared.
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