La Paz, desde su nombre, es ficción. Ficción que habitamos y que nos habita, que es escape y retorno, y que nos reclama, a aquellos que hemos sido embaucados por sus coqueterías, perpetuar en el lenguaje la imposibilidad de lo absoluto.
En el séptimo día Dios descansó.
Tenaz obra que coronó con un bostezo
dejando escapar una lágrima
inmenso martillo acuoso que horadó la tierra.
Así naciste,
de un no llanto,
Chuquiago Marka.
Muy hermoso realmente. Ya sé cómo explicarles a mis hijitos de qué tamaño es Dios: una ciudad entra en la huella de una lágrima suya.
¡Puuuuucha! Gracias. .... ¿Qué más? Sólo gracias.
Realmente, que hermosa entrada, no sé como pude dejarla pasar desapercibida.
Muy hermoso realmente. Ya sé cómo explicarles a mis hijitos de qué tamaño es Dios: una ciudad entra en la huella de una lágrima suya.
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