noviembre 28, 2006

Mañana estreno reloj

Podrido fin de semana
no encuentro nada que hacer
ciudad de cristos y hampones
quién podrá saciar mi sed.

Tango feroz



-Con el Yerbas no se juega, Teco, si no le pagamos, estamos jodidos.
-Y de dónde mierda vamos a sacar plata.
-Yo qué sé. Algo hay que carburar.
-Mejor jugamos oculta-oculta unas semanitas, hasta conseguir billete.
-Tas loco. Él sabe dónde vivimos, si no nos jode a nosotros, puede joder a nuestras familias.
-Puta, todo es tu culpa. Yo te dije que no vayamos a su boliche, nada es gratis con ese cuate.
-No me jodas, bien que querías mandarte un vuelo, yo no te he obligado.
-Ya, no te rayes. Alguito se nos va a ocurrir.

Omar podría haber ido a otro médico, uno mejor, uno más caro, pero prefirió decirle a su madre que el doctor costaba cien, cuando en realidad ese matasanos le cobró veinte. Ochenta pesos libres para su guitarreada tradicional de viernes. Omar, más conocido como el Tomar, podría haber recibido un buen diagnóstico, y en vez de antibióticos le hubieran recetado un par de desinflamantes. Así, el Tomar habría podido beber como de costumbre, hasta quedar dormido en la mesa, apoyando la cara en su vómito. Con antibióticos, no. Con antibióticos en el organismo no podía embriagarse. El Tomar podría haber empezado el tratamiento el sábado, pero decidió mostrarle la receta a su madre para que fuese más creíble el pago de cien pesos al médico, y ella le obligó a comenzarlo de inmediato. El Tomar podría haber sido un poco menos ignorante, un poco más curioso, un poco menos ingenuo, y haber sabido que beber con antibióticos no hace daño, sólo interrumpe el tratamiento. El Tomar podría haber hecho muchas cosas, pero sólo hizo una, la que siempre hacía los viernes.

El Teco y Joaquín trataron de vender algo de ropa, algunas cosas que pudieron sacar de sus casas, pero ni con eso lograron reunir lo que adeudaban al Yerbas. Sabían que era imposible pedir una prórroga, por lo menos sin salir medianamente golpeados. Y Joaquín, que siempre se había hecho conocer por buen pugilista, macho a toda prueba, no podía permitir que toda su imagen se derrumbara por una deuda estúpida. Fue cuestión de tiempo y suerte: tenía que pagar al día siguiente, estaba presionado, y su padre, con una gripe muy fuerte; el viejo no podía salir a trabajar esa noche, o sea que el taxi estaba libre. Sólo tuvo que poner cara de inocente al hablarle, Che, papi, esta noche prestame tu taxi pa que trabaje, así me gano unos pesitos pa mis libros. Y el viejo, agobiado por el resfrío, sorprendido por la voluntad del primogénito badulaque, pronunció el sí en medio de un estornudo, señalando con el kleenex el lugar donde estaban las llaves. Todo arreglado, tenía que contactarse con el Teco.

-Ya está, Teco, esta noche vamos a conseguir billete, mi viejo me ha prestado su móvil.
-No seas cojudo, ni laburando toda la semana conseguimos pa pagarle al Yerbas.
-A ver, huevoncito, con quién crees que estás hablando.
-Ya, no te rayes. Pero ubicate...
-Ubicate vos, so pendejo. No vamos a veinticuatrear como pelotudos, sólo vamos a rumbear por las calles hasta encontrar algún borracho. Lo llevamos hasta una calle oscurita y ya está, le birlamos todo lo que tenga. Si no alcanza, buscamos a otro.
-Puta, viejo, eso está turbio...
-¿Prefieres que el Yerbas te alargue la sonrisa?
-No, pero...
-Pero nada. ¿Eres macho o no?
-No jodas, sabes que sí...
-Entonces, listo el bisnes.

El Tomar está aburrido. Los demás cantan desafinadamente, en una lucha de alaridos por el destaque de solista. El Tomar no sabe qué hacer. Toca la guitarra, trata de afinar, pero la sarta de ebrios lo perjudican en su intento. Maldice al médico, a los antibióticos, a sus amigos. Ni siquiera le dan ganas de acercarse a alguna chica; sin tragos encima, ninguna mujer es linda. Enciende un cigarrillo, hace argollitas de humo, mata el tiempo como puede, fingiendo entender los chistes, simulando carcajadas, soportando las burlas. Aun así, el tiempo pasa ligero. Mira su reloj, son casi las tres. Mejor irse. Sin el alcohol en la cabeza adquiere conciencia. Su madre, como siempre, le ha dado permiso hasta las dos, más por costumbre, por ejercer su rol, pues sabe que el Tomar jamás cumple. Hoy sí va a cumplir, o por lo menos se va a acercar. Se pone la chamarra, sin decir nada, se para y se va. Nadie se da cuenta.

Puta qué frío. Yo debía manejar. Hasta qué hora tendré que esperarlo a este boludo. Hecho al macho. Carajo algún día le voy a medir el aceite. Le pagamos al Yerbas y todo termina. Juro. La cana nunca va a sospechar sólo agarran a los prontuariados. Puta que fríooooo. Si le pongo un trotecito. Yaaaa. Nica. Que se apure. Que se apure. Diosito diosito dame calorcito. Carajo hasta poeta me estoy volviendo. Huevadas estoy pensando. Si conseguimos buen billete rajo a un putero. Piernitas ricas calientitas. Ay carajo que frío. La próxima manejo yo que no joda. Yaaaaa. La próxima. Nica. No hay próxima. Nunca más hago esto. Juro diosito. Mañana mismo voy a pirar. Nunca más voy a buscar vuelo con el Joaquín. Pendejo. Hecho al de los contactos. Maraco de mierda. Jura que el Yerbas es su cuate. Carajo si fuera cuate no nos cobraría. Pero pa joder borrachos machito el pendejo. Y ni siquiera él va a laburar. Yo voy a tener que noqueralo al yuca. Ni modo. O él o yo así nomás es la vida. Con un jalecito sería más fácil. Ahí viene el huevón. Una persinadita pa que diosito de fuerzas. Listo. Ahora que pare.

Me cago. Justo hoy no hay ningún pija. Por lo menos la música está buena. Los Indomables son muy buenos. Está canción que traigo amigo es una más de doloooor. Puta que son buenos. Si sobra algo después de pagarle al Yerbas me compro una viola. Listo. Ese huevoncito me está haciendo parar. Parece de chichis. Qué cara de cojudo. Hecho al pendejo debe ser. Ocho. Diez. Doce. Cuánto le digo. Puta ya ocho nomás para que se anime. Si le decía quince seguro pagaba. Qué importa. Ocho o quince es lo mismo con tal que tenga más en la billetera. Sus gambas están bien. Unos cincuenta nos van a dar los albertos. El reloj parece original. Ese se queda para mí. Qué le pasa. Haciendo gestos el huevón. Seguro no le gusta la música. Jailoncito pelotudo. Qué querrá pues. Que se joda por boludo. Poray se baja. Mejor cambiaré de radio. Nega nega. Si se baja lo teso yo mismo. Ojalá el Teco esté esperando tranquis. Ese maraco poray se ha ido. Caga si se ha ido. Ca ga. Mañana le saco su puta. Y si se mariconea también. Carajo hay que ser machos para esto. Y ese es un meonci... Ah más bien no se había ido. Cagaba el boludo. Sí. Sí. Sí. A Miraflores voy. Este pelotudo seguro se cree actorcito. Y este otro pelotudo qué me mira feo. Que no me joda.

Antibióticos. Doctor de mierda. Claro que su hijo se chupa con o sin. Toda la noche hueveando. Yo no soy así cuando chupo. Mearse en la puerta del baño. Métale al trago los mangueros. Qué lejos estoy qué lejos estoy. Ni cantar pueden. Ya la pagarás no llores Brenda. Hasta la letra le cambian los cojudos. Las tres. Mi vieja me va a cortar las dos. Y ni siquiera he chupado. Antibióticos. Doctor de mierda. Ni un puto taxi. Debía sacar el bólido. Doce pesos es. Ladrones. De día ocho nomás cobran. Pero que no me jodan ahorita. Doce. Doce les voy a dar. Ocho y punto. Y ese pendejo qué me mira feo. Por un garrote se cree paco. Ya no me mires. Quieres tu laque en el orto. Ni un puto taxi. Mira ese bolas lo que buitrea. Está como para bolsiquearlo. Que ni me mire. Seguí buitreando cabrón. Mirame y te parto la nasa. Allá hay un taxi. Dime doce y cagas. Que pare este pendejo. Mi vieja me va a cortar las dos. Me emputa rogarles. Ocho y punto. Qué dice este pendejo. Baja tú música huevón. Ocho y punto. Más bien parece buen tipo. Que suerte. Sólo tengo ocho. Pero me decía doce y le partía el alma. Puertas automáticas. Buen coche este cholo. Pero si ve mi bólido se caga de envidia. Lo que faltaba. Pobre cabrón. Pastillas de amnesia. Porque no se toma veinte para olvidar esta música de mierda. Y su perro jodiendo. Moviendo la cabeza. En una que se descuide le parto la cabeza al perro. Y sigue moviendo. Quién sería el cojudo que inventaría estos perros. Pastillas de amnesia doctor donde venden. Que hijo de. Y mi doctor un huevón. Antibióticos. Su hijo se chupa igual. A la mierda. Este pelotudo va a hacer subir a un borracho. Eso más este cabrón. Le digo o no. Va ser para sacarme la mierda. Pero sólo le voy a pagar cinco. Que me diga ocho. Caga. Cinco y punto. El borracho que pague tres. Por qué no pondrá música decente. En su vida ha debido escuchar Pink este cholo. Puta. De paso bolivarista. Calcomanía de a quivo. Así nomás son. Cholis cholos. Con razón. Uno del tigre tendría Pink. Pero así fuera del tigre cinco y punto. El borracho que pague. Y que no empiece a roncar. No jodas. Que no empiece a buietrear. Me bajo. Juro que me bajo. Y este pendejo que apague su radio. Mejor le pongo una siesta. Me duermo y los sacudo de un pedo. Ja jaja ja jaja. Seguro lo hago buitrear al borracho. Ja jaja ja jaja. Mierda mierda mierda. Qué pasa cabrones. Puta no entran mis dedos. Mierda. Mi nasa. Hijo de puta. Mis dedos no entran. Carajo mis dedos no entran. Huevón. Me suelto y cagas. Maracos maleantes. Mierda mis dedos no entran. Un cana. Un cana. Mirá cabrón. Carajo mirá. Mis dedos no entran. Mirá. Cana cojudo. Cagan. Me suelto y. Te voy a partir las bolas choli ladrón. Mierda mis dedos no entran. Te voy a matar. Soltame te voy a matar. Que vea alguien. Carajo. Alguien. Mis dedos. Mi cuello. No entran. Soltame pendejo. Vas a cagar. Cabrón. Yo mato. Soltame. Soltame por favor. Sólo tengo ocho. Mierda. Por favor por favor. Mi vieja. Por favor. Mierda. Por favor. Mi vieja. Soltame. Por favor por favor. Mi vie. Por fa. Por.

Joaquín estacionó el auto al lado de un basural; se bajó y encendió un cigarrillo. En la oscuridad del momento, el Teco sólo podía ver la vibración de la punta incandescente: Joaquín temblaba, tal vez por el frío, o quizá por lo que acababan de hacer. Y el Teco queriendo hablar, queriendo no pensar en lo ocurrido, en su metida de pata, en su fuerza bruta. Juaqui, Juaqui, ya pues, qué hacemos, pero Joaquín seguía fumando, calmando poco a poco la tembladera. Juaqui, qué hacemos, mierda, qué hacemos. Ya callate, pendejo, no metas bulla. Pero Juaqui... Te has pasado, huevón, a ver, fijate bien, poray sólo está desmayado, poray no lo has tesado. Puta madre, no respira, Juaqui... Hablá suave, carajo. No respira, Juaqui, lo hemos timbrado. ¿Hemos?, hemos suena a manada, pendejo, vos solito la has cagado. No jodas, Juaqui, no ha sido queriendo, el cojudo estaba pataleando, hasta vos le has dado un ñapi en la nasa, mirá, mirá, carajo, le has partido la nasa. Ya callate, huevón, más bien lo bajaremos del auto. Joaquín botó la colilla y metió medio cuerpo al auto, ayudando al Teco, que extrañamente se mantenía calmado. Ahora qué. Ahora, un puchito pa calmarnos y nos vamos. Pero, Juaqui, alguien nos puede chequear. ¿Aquí?, es un callejón, pendejo, nadie nos está viendo, tranquilizate. Estoy tranquis, no pasa nada, estoy tranquis. Puta, un sangre fría has resultado. No jodas, ¿qué más puedo hacer?, ¿o vos estás de miedo, Juaqui? Cojudito, ¿yo de miedo?, ni cagando, pero la primera vez siempre es jodida. ¿Y cómo será la segunda, no? Qué te pasa, Teco de mierda, te has timbrado a un men y ya estás queriendo repetir. Sólo estoy jodiendo, Juaqui, esta es la primera y la última. Oye, huevón, ¿por lo menos le has sacado la billetera? Pensé que tú... ¿Yo?, huevonazo, yo estaba con las manos en el volante. Puta, no te rayes, ahorita chequeo. El Teco registró al Tomar, que yacía de espaldas en medio de papeles mugrosos, cáscaras fétidas, pañales desechables, mierda de perros, o de gatos, o de humanos, con la cara bañada en su propia sangre y el cordón de zapatos aún en el cuello. No tiene mucho este boludo, sólo setenta. Sacale las gambas y el reloj, pero ése es para mí. ¿Y la charra, Juaqui? Ya no pues, imbécil, ya está manchada con sangre, pelotudo, ¿no miras? Ya parala, Juaqui, te estás pasando de pendejito, meta y meta a insultarme. ¿Y qué vas a hacer, por matar a un cojudito por la espalda crees que puedes conmigo? El Teco lo miró con rabia, pero conocía bien la habilidad pugilística de Joaquín, así que prefirió contenerse una vez más; ya habría tiempo, después, para ajustar las cuentas. Ya, ya, no te rayes, Juaqui, sólo estoy jodiendo. Pues ya no jodas. A ver, setenta, más lo que nos den por las gambas, tal vez diez, tenemos ochenta, ¿qué tal si vendemos el reloj también?, luego te consigues otro. No, Tequito, el reloj es mío, mejor dámelo de una vez, boludín, no vaya ser que te aficiones. Puta, entonces sólo tenemos ochenta. Yo debo ciento veinte, y tú, noventa. Yo tengo los treinta que reunimos con la venta de ropas, Juaqui, con eso más ya tenemos ciento diez, nos faltarían cien, otro trabajito esta noche y estamos arreglados. En realidad sólo faltan diez, Teco. No pues, Juaqui, faltan cien, en total debemos doscientos diez, alcanzó a decir el Teco antes de que Joaquín le pusiera un cordón alrededor del cuello y apretará con toda la fuerza que disponía. El Teco intentó zafarse, pero sus dedos no entraban, su garganta y el cordón parecían una sola cosa. La vista se le fue nublando y comprobó que, contrariamente a lo que contaban, en pocos segundos es imposible que toda la vida pase frente a los ojos del que muere; sin embargo, sí podía escuchar las palabras jadeantes de Joaquín, Tas mal, Tequito, sólo me faltan diez, con lo que me den por tu charra mi deuda está pagada, huevoncito, y mañana estreno reloj.

19 comentarios:

  1. Está larguito, pero ahurita me lo leo..

    ResponderBorrar
  2. Cavilando, cavilando:

    Segio Ramírez se debe estar quejando porque lo abandoné a la mitad para leer Crónicas Urbandinas..

    =)

    ResponderBorrar
  3. Y bien...que espere no más Sergito...´

    Estamos un poco sórdidos, no??...bueno aquí voy:

    Me encanta la fiel transcripción del lenguaje. Los "yaaa", los "no jodas", "pelotudo", "huevón", "ni ca", "ca ga" (ése estuvo bueno). Dicen por ahí que mientras el lenguaje cumpla la función de comunicar está bien, es decir, mientras el receptor entienda, está bien. Yo entendí y estoy segura que cualquiera podría.

    Genialmente haces coincidir dos historias paralelas...no es la primera vez, lo que me condicionó un poco y fue fácil predecir el rumbo del cuento; pero aún así me impresiona tu facilidad para hacerlo y no perder el vilo de la historia.

    Es muy importante, me parece, que un cuento largo no sea tedioso. Otro punto más a favor, ya que fue tan divertido como fátidico (al final).

    Ñieee...hasta parece que sé de lo que estoy escribiendo...sólo soy una dócil doncella aprendiz y me dejo llevar por mis deditos, queda nada más felicitar al autor.

    Sr., tiene usted una admiradora empedernida (obsesiva como en casi todo).

    Valió la pena, lo siento Ramírez.

    Besos.

    ResponderBorrar
  4. Me encantó el relato. Además de tu habitual manejo ingenioso de palabras ("ya son las tres, me va a cortar las dos") el manejo de los tiempos es apropiado y bien logrado. Lo que creo que no me termina de convencer es la manera de hablar del tomar (jaja tomar, que churo eso), pero pensándolo bien, debe ser porque me imagino como hablan los jailas aquí...
    Excelente compadre. Es un gusto leerte.

    ResponderBorrar
  5. Varios de tus relatos acaban en tragedia, ¿no? Todos los que he leído em ahn agarrado y los he terminado ese cacho. Muy buen ritmo.

    ResponderBorrar
  6. Está bueno,el vocabulario le otorga realismo,porque si hay algo que no nos gusta es que los personajes hablen como no hablamos por aquí...aunque creo que es una de tus "obras" menores.

    PD.jaja...te sacaste la espina criticando a los cumbiavilleros y encima cholivaristas...lo del tigre que seguro escucharía a pink está buenísimo...

    ResponderBorrar
  7. Has visto la película being John Malkovich? jajajaja sentí que estaba ahí. Y me acordé también de todo lo que pienso cuando estoy renegando (que es bastante seguido) soliiiiita me puteo jajajaja súper divertido. Solo que al final bien trágico, pero así nomás se los limpian a algunos borrachitos pues (otra vez me acordé del borrachito del manga). Disfrute mucho la lectura. Abrazo

    ResponderBorrar
  8. Muy interesante tu cuento!!!, el final le da el toque, sino serìa otra historia más de un asalto en nuestra ciudad... =)

    Saludos

    ResponderBorrar
  9. Pao: No seas modesta. Ah, y es motivo de inmenso orgullo tener una admiradora tan buena onda. Gracias.

    Marco: Tienes toda la razón, hay que pulir el lenguaje del Tomar. Me dejé llevar por la forma de hablar de los dos maleantillos y no reparé en ese detalle. Gracias, viejo, siempre eres una ayuda valiosa.

    Eduardo: No sé por qué será que la mayoría de mis textos implican un final trágico. Juro que no es planeado, el cuento me exige dirigirlo hacia ese tipo de desenlace. Bueno, tú eres psicólogo, ya podrás explicarme a qué se deberá esa extraña tendencia inconciente.

    Hollbruck: Aunque el lenguaje "universal" también puede ofrecer características regionales identificables, considero que no tenemos porque avergonzarnos de nuestros dialectos locales, por eso concuerdo contigo, ya que a mi también me gusta "escuchar" las expresiones propias en voz de los personajes. Sin embargo, hay que equilibrar esto, pues, de lo contrario, el texto sólo podría ser comprendido por los que emplean una jerga específica. Por ejemplo, si alguine escribiera exclusivamente batiendo coba, muy pocos podrían tener acceso al contenido del cuento.

    Vero: Buenísima película, loca loca. Creo que la mayoría pasamos por esos monólogos internos, digresivos, repletos de frases aisladas, inconclusas, etc.

    Sakura: Sería la historia de mi asalto. Porque lo que me dio la idea para escribir este relato (que en un principio era sólo un monólogo interior titulado "Mis dedos no entran) fue el intento de acogotamiento que realizaron tres cacos insensibles en mi humanidad, dándome por muerto y despojándome de todas mis pertenencias.

    ResponderBorrar
  10. Un rás te corre por la espalda con estos cuentos. En especial porque a mi tambien me toquó el arriba las manos o abajo los huevos. Buen cuento estido. Buen cuento.

    ResponderBorrar
  11. Pablo: Jodido es que te toque algo así; ahora, considerá que siempre puede ser más jodido: a mí me tocó seis veces. Gracias, viejo.

    ResponderBorrar
  12. Está muy bien, Estido. La cámara en dos lugares sin maniqueismos, como la vida misma.
    El Tomar, hacia la mitad sí que se contagia un poco de los otros dos, pero eso es sólo cuestión de maquillaje...


    (hacia la mitad, se te fue una tilde -'- sobre un qué)

    ResponderBorrar
  13. en el mangareva hace 2 semanas, 2 tipos y una tipa me pildorearon y dejaron inconciente en la calle mojada, la policia me recogio y me llevo a la clinica , sino, hubiera muerto con hipotermia.... una real cagada... a cuidarse nomas... que los dueños de boliches saben quienes son y que hacen ...

    ResponderBorrar
  14. Simpatica bloguera: gracias por ser "mi" correctora de estilo.

    Anónimo: Me parece que tú eres quien Vero-Vero encontró tirado en el suelo y quiso bolsiquear, dizque solidariamente, sin encontrar ya nada en tus bolsillo, por lo que, te dejó nomás ahí botado. Ven al Antique Bar mañana para cobrar venganza.

    ResponderBorrar
  15. Hola.
    Acabo de leer tu cuento, y me parece que le faltan pocos paseñismos, por lo menos de los modernos (que están en uso) y como hablan los changos de las laderas, nada más que uno se imagina (tal vez por prejuicioso) que son unos raperillos que tiene otros neologismos como por ejemplo decirle "bobo" al reloj y otros más que charlaremos en la farra.
    De todos modos me ha gustado mucho, felicidades

    ResponderBorrar
  16. "Paceñismos" quise decir, perdon el error, ahhh y ¿te preocupa que personas ajenas a la paceñidad entiendan algunos de tus cuentos?

    ResponderBorrar
  17. gracias mil por el convite, dificl asistir por ahora, en cuanto a la vero ... si me ha bolsiqeuado no se ha debido quedar decepcionada...

    ResponderBorrar
  18. Perro: El viernes hemos hablado sobre esto, ¿o no? No me acuerdo bien, che.

    Anónimo: En otra será, pues. Le voy a preguntar a la Vero si encontró algo...

    ResponderBorrar
  19. Escribo aquí porque no sé dónde más -no haré ningún comentario sobre un texto específico-. Sólo podré resaltar la gran paciencia que signfica hacer una cosa como esta, algo que realmente valoro por estar tan lejana de mis posibilidades. En todo caso en horabuena el espacio urbandino que se anda tejiendo parece hace mucho. No encontré las fotos del corto sobre un cuento tuyo. Hay dos preciosas, sin embargo, que ya me las bajé. Que hayas tenido un lindo año nuevo con o sin danesa...

    ResponderBorrar