El cine tridimensional es, básicamente, sólo una ilusión óptica. En la Ínclita, además de los lentecitos bicolores, para captar las imágenes en 3D de las pocas películas que llegaron en este formato, el espectador tenía que usar, y muchísimo, la imaginación. No había mayor diferencia entre ver el filme con o sin las dichosas gafitas rojiazules, pues la tercera dimensión sólo aparecía por instantes y de manera borrosa.
La mayoría salíamos puteando, sintiéndonos estafados y, sobre todo, jodidos, pues nos parecía demasiada desigualdad que el tercer mundo estuviese condenado a la segunda dimensión. Sin embargo, luego de alguna de esas proyecciones truchas, un amigo daltónico me dijo, inflando el pecho, que él sí había podido percibir la tercera dimensión. Yo, como buen cholo envidioso, le repliqué: “Qué bien, hermanito; pero sería mejor que pudieras percibir los colores del semáforo, y mucho mejor todavía, que pudieras vestirte solo, sin que tu mamá te combine la ropa”. Obviamente, luego de notar que el cuatecito lagrimeaba, le pedí disculpas: “Perdoná, hermanito, es que estoy puteando porque yo no he visto nada; además, tu viejita siempre te lo combina bien tus trapos”.
Una vez se anunció la proyección de una porno en 3D y, como no podía ser de otro modo, junto con el Junior decidimos acudir al estreno. Como aún éramos menores de edad, para prevenir cualquier contratiempo que nos pudiera poner en vergüenza pública, fuimos a comprar las entradas a las tres de la tarde (la película se iba a proyectar a las siete de la noche). Como yo tenía cara de viejo, me vendieron los boletos sin ningún problema y luego nos fuimos a caminar y comer para hacer hora. Faltando quince minutos para las siete, llegamos al cine, donde había una larguísima fila en la boletería. Sin mirar a los costados, tratando de ocultar la cara, nos dirigimos a la puerta de ingreso. Yo entré primero y apresuré el paso para refugiarme de las miradas curiosas, pero antes de que pudiera perderme en la oscuridad de la sala, la vocecilla nerviosa del Junior me detuvo: “Willyyyyyyyyyyy, Wiiiiiillyyyyy, ven un cachito”. Cuando compramos las entradas, pensamos que todo ya estaba resuelto; si no nos habían pedido carnets, asumimos que tampoco lo harían al ingresar. Sin embargo, el tipo de la puerta no pudo dejar de notar que el Junior tenía (y aún tiene) cara de adolescente pajero, por lo que le pidió que demostrase su mayoría de edad. Entonces, engrosé la voz y fruncí el ceño para decirle al tipo: “No hay problema, es mi sobrino, viene conmigo”. Me miró y esbozó una sonrisa antes de gritar: “Felipeeeeeeee, devolveles su plata a estos changos, no pueden pasar”. Y con dos tomates en vez de rostros, tuvimos que ir hasta la ventanilla del Felipe, quien nos devolvió nuestros billetitos, en medio de la carcajada general de los viejos calenturientos de la fila.
Otra ocasión, no menos vergonzosa ni menos frustrante, acudimos a la premier de una película de Freddy Krugger en 3D. Las pesadillas donde el quemado asesinaba a medio mundo nunca me asustaron, pero, ingenuamente, creí que talvez con la tercera dimensión alguito me harían temblar. Obviamente, ya en los primeros diez minutos me di cuenta que eso no pasaría, por la sencilla razón de que, una vez más, el 3D había sido un blef. Seguramente los dueños del cine estaban concientes de que mucha gente protestaría por el engaño, cosa que ha debido impulsarlos para ingeniar un 3D, sin tecnología alguna, pero con picardía urbandina. Así, disfrazaron de Freddy a un tipo, quien se acercaba a la gente distraída para meterles un susto de dimensión mayúscula. Yo escuchaba los gritos y pensaba: “Qué les pasa a estos huevones, si esta película no asusta nadita”. En esas reflexiones andaba cuando sentí dos toquecitos en el hombro; instintivamente, me di la vuelta y me topé con el disfrazado, quien se acercó a mi cara agitando los brazos y gritando como endemoniado. Lógicamente, casi me da un paro cardiaco y, con los ojos cerrados, a tiempo de gritar como monja manoseada, reaccioné golpeando al Freddy trucho con mi botella de coca cola hasta que, ya sujeto por otros espectadores, pude calmarme y escuchar al infeliz, que seguía atontado en el piso, suplicar clemencia: “Perdón, jefe, perdóooon, chiste era”.
Desde hace una década, por lo menos, que ya no volvieron a ofrecerse películas tridimensionales en la Ínclita. Supongo que la ingenuidad urbandina llegó a su máximo nivel y, por fin convencidos de que la tercera dimensión no existe en el tercer mundo, los cholos de este hueco dejaron de acudir a las salas que lucraban con esas mamadas. Sin embargo, debo confesar que todavía tengo la esperanza de ver una porno en 3D, claro que ahora no iría con el Junior.
La mayoría salíamos puteando, sintiéndonos estafados y, sobre todo, jodidos, pues nos parecía demasiada desigualdad que el tercer mundo estuviese condenado a la segunda dimensión. Sin embargo, luego de alguna de esas proyecciones truchas, un amigo daltónico me dijo, inflando el pecho, que él sí había podido percibir la tercera dimensión. Yo, como buen cholo envidioso, le repliqué: “Qué bien, hermanito; pero sería mejor que pudieras percibir los colores del semáforo, y mucho mejor todavía, que pudieras vestirte solo, sin que tu mamá te combine la ropa”. Obviamente, luego de notar que el cuatecito lagrimeaba, le pedí disculpas: “Perdoná, hermanito, es que estoy puteando porque yo no he visto nada; además, tu viejita siempre te lo combina bien tus trapos”.
Una vez se anunció la proyección de una porno en 3D y, como no podía ser de otro modo, junto con el Junior decidimos acudir al estreno. Como aún éramos menores de edad, para prevenir cualquier contratiempo que nos pudiera poner en vergüenza pública, fuimos a comprar las entradas a las tres de la tarde (la película se iba a proyectar a las siete de la noche). Como yo tenía cara de viejo, me vendieron los boletos sin ningún problema y luego nos fuimos a caminar y comer para hacer hora. Faltando quince minutos para las siete, llegamos al cine, donde había una larguísima fila en la boletería. Sin mirar a los costados, tratando de ocultar la cara, nos dirigimos a la puerta de ingreso. Yo entré primero y apresuré el paso para refugiarme de las miradas curiosas, pero antes de que pudiera perderme en la oscuridad de la sala, la vocecilla nerviosa del Junior me detuvo: “Willyyyyyyyyyyy, Wiiiiiillyyyyy, ven un cachito”. Cuando compramos las entradas, pensamos que todo ya estaba resuelto; si no nos habían pedido carnets, asumimos que tampoco lo harían al ingresar. Sin embargo, el tipo de la puerta no pudo dejar de notar que el Junior tenía (y aún tiene) cara de adolescente pajero, por lo que le pidió que demostrase su mayoría de edad. Entonces, engrosé la voz y fruncí el ceño para decirle al tipo: “No hay problema, es mi sobrino, viene conmigo”. Me miró y esbozó una sonrisa antes de gritar: “Felipeeeeeeee, devolveles su plata a estos changos, no pueden pasar”. Y con dos tomates en vez de rostros, tuvimos que ir hasta la ventanilla del Felipe, quien nos devolvió nuestros billetitos, en medio de la carcajada general de los viejos calenturientos de la fila.
Otra ocasión, no menos vergonzosa ni menos frustrante, acudimos a la premier de una película de Freddy Krugger en 3D. Las pesadillas donde el quemado asesinaba a medio mundo nunca me asustaron, pero, ingenuamente, creí que talvez con la tercera dimensión alguito me harían temblar. Obviamente, ya en los primeros diez minutos me di cuenta que eso no pasaría, por la sencilla razón de que, una vez más, el 3D había sido un blef. Seguramente los dueños del cine estaban concientes de que mucha gente protestaría por el engaño, cosa que ha debido impulsarlos para ingeniar un 3D, sin tecnología alguna, pero con picardía urbandina. Así, disfrazaron de Freddy a un tipo, quien se acercaba a la gente distraída para meterles un susto de dimensión mayúscula. Yo escuchaba los gritos y pensaba: “Qué les pasa a estos huevones, si esta película no asusta nadita”. En esas reflexiones andaba cuando sentí dos toquecitos en el hombro; instintivamente, me di la vuelta y me topé con el disfrazado, quien se acercó a mi cara agitando los brazos y gritando como endemoniado. Lógicamente, casi me da un paro cardiaco y, con los ojos cerrados, a tiempo de gritar como monja manoseada, reaccioné golpeando al Freddy trucho con mi botella de coca cola hasta que, ya sujeto por otros espectadores, pude calmarme y escuchar al infeliz, que seguía atontado en el piso, suplicar clemencia: “Perdón, jefe, perdóooon, chiste era”.
Desde hace una década, por lo menos, que ya no volvieron a ofrecerse películas tridimensionales en la Ínclita. Supongo que la ingenuidad urbandina llegó a su máximo nivel y, por fin convencidos de que la tercera dimensión no existe en el tercer mundo, los cholos de este hueco dejaron de acudir a las salas que lucraban con esas mamadas. Sin embargo, debo confesar que todavía tengo la esperanza de ver una porno en 3D, claro que ahora no iría con el Junior.
Fue en alemania en la ciudad de Sinschein donde por primera vez entre a uno de esos cines 3D. es increiblemente hermoso, todo se ve como si estuvieras viviendo o formando parte de la escena - algo asi como un actor secundario-.
ResponderBorrarSaludos
puta man me has hecho cagar de risa, sobre todo imaginandomelo al Junior en la cola, si ahorita tiene cara de feto, como sería antes jaja
ResponderBorrarUn saludo...
Adolescente pajero ajajajajajaja, de veritas che, el cuate si que tien car de feto, pero más bien que es buena onda. Yo he ido a la de fredy tambien en el cine Scala o La Paz creo, y me pase toda la peli buscando donde se ponen las pilas a los lentecitos.
ResponderBorrarUn abrazo compadre y vamos a tomarnos unos guarilaques no?
al igual q Columba fue mi primera experiencia 3d en tierras germanicas... Heidelberg...
ResponderBorraralucine... y no solo con la imagen... sino con el sonido tambien!
en fin, ahora dudo en irme al cine de mi bella Tarija... q tiene las butacas anti-comodidad... con su olorcito a empanada tucumana...
o irme a la vibora negra (feria argentina) y comprarme 3 pelis por 10 pesos... de esas q vienen traducidas al español de España gilipollas...
claro q lo mejor seria q deje de adueñarme de los dvd's q alquile y recupere mi cedula de identidad de una vez por todas... al fin y al cabo estaba decentita la foto q me saco el poli... y eso... en la historia de los carnets es mucho!
besos electricos
Que joda, un cago de risa...
ResponderBorrary que joda de mame, que se gasta al público inocente... por suerte mía nunca me llamo la atención... Aunque un live action de actos sexuales sería mejor opción a una porno en 3D, al pervertido que todos tenemos dentro..!! y sí... bueeeno...!!!
En realidad el 3d de los lentecitos es una falla de imagen en tres colores superpuestos de la imagen aclarada, se lo pone una a cierta derecha, y la otra a la izquierda... luego el efecto de los lentecitos, o sea que la peli se ve a la mierda sin lentes...!!
Saludotes..!!!
jajajajajajajaja q buena historia, la verdad cuando era chango envidiaba alos que habian ido al cine e iban al cole con esos lentes :D:D:D:D:D q mocoso mas opa que era, lo de las pornos en 3d no estarian mal
ResponderBorrarczesc
Bue. tds quieren ver pornos en 3D hasta a mi me han hecho imaginar.... talvez pa' ustedes los hombres estaría bien x q si la tipa abre las piernas en 1er plano... con la 3D la veria muy cerca pa mi gusto ahoooora si es el tipo mmmm podría estar jalando mi mano haber q toco jajajajaja. asi como los niños en Disney en las pelis 3Ds que jalan sus manos pensando q van a atocar a los personajes jeje.
ResponderBorrarBesitos!
Qué rico reir tanto no?.Yo me acuerdo que de ch'ila fui a ver una peli china en 3D en el Avaroa de Cocha y aluciné como nunca. Era pues fetita. Ahora aquí en Francia he podido asistir a una peli bueniísima en 3D de dibujos animados. Aluciné también. Hay que verle el gustito nomás...claro que ahora las pelis están muchísimo mejor desarrolladas que las de antes...pero hay que intentar ver con ojos de ch'ila nomás. Incluso las pornos...puuucha ya me imagino nomás...qué grave! saludos!
ResponderBorrarWill y Junior en busca de la porno en 3D.. jeje suena a peli barata :P Así es cuando las hormonas bailan su mambo interno y nosotros estamos a merced de ellas. Deadolescente, veía pelis de esas con un grupo de amigos y uno de ellos siempre se ponía un peluche grandote entre las piernas ¡y el peluche respiraba! Ya después dejé de verlas porque ya me sabía todas las poses.. son predecibles ¿no? Porno en 3D, realmente no sé cómo sería.. como dice Jota, mejor son esas cosas en vivo jeje
ResponderBorrarBesos!! Gracias por el comentario!!
jajajajajajajajajaja... no se si reirme más del cuento o de los comentarios... jajajaja... creo que varios están un poco encendidos, eh?
ResponderBorrarYo debo decir que no fui a ver una pelid en 3D al cine, tampoco obtuve los famosos lentes y en alguna oportunidad consiguieron mis primos la película para rentarse y verla en casa... y en definitiva una k..k..(supongo que como dice Jota "sin la tecnología de los lentes no pasa nada")
Saludos!!!
Una porno en 3D???jajaja...
ResponderBorrarWilly y Junior no pudieron ver la porno 3D...jajaja. Oh! :(
Besos...
UUUUUUAAAAAAAAAAAJAJAJAJAJAJAJAJA ahora si me has hecho cagar de risa. Yo tambien fui estafado un par de veces, pero ahora pude ir a ver un par de pelis aca en alemania y te aseguro que son para cagarte, ese IMAX es lo mas suave que se han podido inventar.
ResponderBorrarEn fin para bajar el calor de los comentarios y evitar que se me pegue con lo que nomas conseguiria otro major fiasco, les dejo una eceta a todos los urbandinos que se creen machos para ver esas imagenes 3d en donde uno tiene que bisquear(no se como se escribe) y al final aparece el mensaje oculto. la receta es la siguiente tomen nota:
- Comprar 2 camaras de esas de plastico o carton que son desechables
- Comprar una cinta plastica de las que usan los plomeros, osea tira en plastica como llaman algunos
- Dejar de tomar una semana para adquirir buen pulso y coordinacion.
Se procede a colar ambas camaras por un extremo, cosa que queden pegadas con los lentes mirando hacia el mismo lado. De ahi uno empieza a sacar fotos, eso si uno debe apretar el botoncito de ambas camaras al mismo tiempo. Una vez terminados los rollos anotar que camara pertenece a que lado (izq una y derecha otra) revelar los rollos de esta forma siempre diferenciando las camaras y sabiendo cual pertence a que lado. Escanear las fotos y con un programa de compu pegarlas una al lado de la otra. De esta forma al "bisquear" podran ver todas sus fotos, personas queridas y paisajes en 3d. Hecho comprobado. Sin embargo recomiendo tener cuidado en el proceso y prepararse con una de esas imagenes antes para no putear como el estido en el cine.
Saludos
jajajajajajajajajaajaja, eso de “No hay problema, es mi sobrino, viene conmigo” me hizo cagar de risa, yo nunca ví una peli en 3D, pero tengo los lentecitos, salieron en la edición de la Rolling Stone de hace algunos meses porque tenía publicidad en 3D, me pareció genial ver la publicidad así.:P
ResponderBorrarComo siempre buena onda leerte.
Saludoss:)
Estimado Willy, vos y tus 3D son los culpables de que en mi ofi me miren, primero de reojo y luego ya de frente, con una expresión de "qué le pasa a este cojudo". Me cagué de risa hasta el punto de botar lágrimas y casi me botan de la pega, hasta que tuve la brillante idea de imprimir el texto y hacerlo circular por acá, donde también habían fetos pajeros que se colaban al Princesa (en plena refacción para futura apertura, dizque) pero no le sacaban la mierda a ningún "carnal" del Jaime Paz.
ResponderBorrarJuan Pueblo
Igual que al Juan Pueblo, a mí me escuchó reirme hasta la secre de la oficina de al lado. Lo supe porque al medio día nos encontramos en la puerta y me preguntó "ujté era la que reía ejta mañana no?" y "puej" yo le he dicho para no desentonarle el acento oriental a la muy amorosa.
ResponderBorrarTe mando un abrazote. (Mi lengua también te manda otro).
jajaja me maté de risa al leerte, pasaba a saludar que tengas un buen fin de semana!!!
ResponderBorrarsaludos, desde gaucholandia...
Willy:
ResponderBorrarsolo vos y el resultado de tu teclado = (linda anecdota/ficcion che) me han alegrado la tarde, clonare igual que juan pueblo este "post" y lo hare circular por ahi...
un saludo del Padrino
Siempre divertidas tus historias. Yo aún no he visto una cinta en 3D. Pero recuerdo que acá en Tiquicia (y me parece que en La Paz también lo hicieron), publicaban esas imágenes 3D en el periódico, que, fijando tu mirada en un punto, se iban apareciendo las imágenes escondidas... Algún día llegarán las cintas 3D a nuestro Tercer Mundo... Ya verás. Y, hablando de dimensiones, anoche soñé que estaba en Bolivia...
ResponderBorrarjajajajaja....que cago de risa....
ResponderBorraryo vi dos pelis en 3d una buenisima en un cine uruguayo y la otra una cagada, creo que era mini-espias...jaja
me encanto el post...
un abrazo...
Jejeje, un cago de risa crónico me dejó este post, y yo si vi una para adultos con esos lentecitos q venian en las cajitas de kellogs para el batman returns... veia un trasero azul y el otro rojo, lo ironico es que para la peli q supuestamente si servian ni los usé.
ResponderBorrarAsi fue, tal cual relata Huili, pero si la memoria no me falla el Felipe era mujer, en el momento de devolvernos el dinero nos pidió los lentecitos que por el nerviosismo que traía estaban empañados y arruagados, de paso nos dijo "Tsajj pero estos lentes ya no sirven". Respecto a la pulidita al Freddy urbandino fue totalmente premeditada, es mas, esperábamos ansiosos que se acerque para hacer el blef de un gran susto y aprovechar el "pánico" para no sentirnos totalmente estafados.
ResponderBorrarun chiste tu anecdota... freddy krugger...bah! eso en vez de miedo asco daba... pobre tipo ese al que golpeaste... pero buena historia....jejeje abrazos chauuu
ResponderBorrarQue alivio saber que no era el único que sentía que aquello era una mamada. No faltaban los amigos que por hacerse a los bendecidos con el Don del Tercer Ojo se jactaban de haberlo visto. Lo mismo me pasa con las típicas fotos que supuestamente tienes que ver a 3 cm y luego irte alejando para que "la imagen salte", entre los lentecitos bicolores y la bisqueada mirando las fotos he sufrido miles de jaquecas que tanto me acosan. Pero bueno, tu experiencia en el cine no podía ser más boliviana, jejeje.
ResponderBorrarSaludos y un abrazo
Columba: Suerte la tuya, aquí, para ser actor secundario tenías que disfrazarte de Freddy. Un abrazo.
ResponderBorrarPaul: Ojalá sólo haya sido de risa, viejo. Bueno, tú lo conoces al Jr., o sea que ya te imaginarás cómo era a sus 19. Un abrazo.
Viejo Can: Vos ya te pasaste. ¿Dónde carajos le podían entrar pilas a los lentecitos de cartulina? Tal vez buscabas pilas para tu bombita ;) Un abrazo.
Electrokiss: Cierto, yo una vez fui al cine en Tarija y las butacas, realmente, son el claro ejemplo de cómo se debe crear un mueble para descoyuntar la estructura ósea de un ser humano. Me imagino que antes de ser cine, fue centro de torturas. Un abrazo.
Jota: Si los cálculos no me fallan, aunque te hubiera llamado la atención, en esas épocas no hubieras podido ir, porque si al Jr. no lo dejaron entrar, menos a un bebé. De todas formas, gracias por la explicación de cómo funciona el 3D. Un abrazo.
Satibo: Los que iban a tu cole con esos lentecitos, fija que eran daltónicos. Y tienes razón, una porno en 3D no estaría nada mal. Un abrazo.
Leslie: Bueno, estirarías la mano y, si tienes suerte y el que está adelante es calvo, tocarías una pelada, lo cual te emocionaría bastante, pero también te asustaría, me imagino. Un abrazo, Tigresa.
Warmicita: De feto uno cree todo, pues la imaginación es virgen (y no sólo la imaginación). Sin embargo, siempre es bueno ver el mundo con ojos de niño. Un abrazo.
Albanella: Las hormonas son jodidas, más aún en la adolescencia. Si alguien pudiera creaar una droga a partir de hormonas adolescentes, seguro que nadaría en plata y el viagra se iría a la mierda. Un abrazo.
Ceci: ¿Encendidos? ¿Qué te haces la inocente? Esto ya es el colmo. Si aquí se habló de pornos en 3D, tienen que ir a verte actuar en una obra “encendida” en 4D, donde el público tiene la oportunidad de ser actor, no sólo secundario, sino catador. ¡Yaaaaa! Un abrazo.
Pao: Sí pues, es medio chistosa y medio triste la croniquilla, pero así sucedió. Otros besos.
Cristian: Gracias por el dato. De hecho, voy a intentar el truco lo más pronto posible, pero necesito unas modelos dispuestas a posar en traje de Eva; ya veré cómo arreglo el asunto. Un abrazo.
Gera: ¿Y la publicidad era porno? ¡Yaaaaaa! Me había quedado traumado con el 3D XXX, jajajja. Un abrazo.
Juan Pueblo: ¡Quí coooooosa! Échale la culpa a tu propia ociosidad. ¡Yaaaaaa! Y de hecho te van a botar si sigues gastando la tinta de la oficina en huevadas ;) Un abrazo.
Vania: Deberías contextualizar lo de el abrazo de lengua, porque sino las gente va a pensar mal ;) Un abrazo, viejita, y otro máaaaaaas grande para tu lengua.
Lilian: ¡No te mates! ni de risa ni de pena. Pero igualmente, un saludo y un abrazote.
Mario Ronald: En realidad, creo que tu tarde se ha alegrado gracias a que has recordado las pornos que veías (¿o sigues viendo?) en tus años mozos. Un abrazo.
Cristi: Esas imágenes han causado peleas, pues los que podían verlas se creían seres superiores y los que no, tenían que soportar burlas de la más canalla categoría. Ojalá tu sueño se haga realidad. Un abrazo.
Cane: ¡Mini espías! ¡Qué jodido! Si en 2D ya es insoportable, cómo será en la tercera. Pero si estabas acompañada, no has debido ver mucho, ¿no? ;) Un abrazo.
Kurt: Bueno, lo tuyo ya es enfermedad, pero no soy quién para juzgar. ¡Yaaaaaaa! Dale nomás, pero en lugar de lentecitos, utilizá pinturas, así no sólo vas a tener traseros rojos y azules, sino también verdes, púrpuras, fucsias, plomos, etc. Un abrazo.
Humito (el Junior): En realidad, la memoria sí te falla, y jodidamente. Pero ese es otro tema. Por otra parte, es cierto que lo de la sacada de mierda al Freddy trucho fue premeditado, pero en el tramo de la ficción, salía más chistoso que fuese un susto de verdad, ¿o no?. Un abrazo, brocito.
Claritsssssssss: ¿Asco? ¿Por qué? Si es un clásico del cine de terror, una obra maestra del cine gótico onírico, la cúspide del séptimo arte, el.... ¡Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaa! Un abrazo.
Pablo: No eran bendecidos, lo repito, eran daltónicos, los pobres. Ahora que con las imágenes en las que tienes que bizquear, puedo dar veracidad de lo que presentan, claro que hasta ahorita no he visto ninguna porno. Un abrazo.
Ups, parece que llegue al último aqui. Bueno, nunca imaginé semejante trampa en lo del Freddy 3D jajaja, recuerdo cuando la proyectaron, había expectativa, solo que yo era chango como para que me mandaran a verla, asi que me quede con las ganas del 3D.
ResponderBorrarEn fin, un saludo por acá.