febrero 21, 2007

Croniquilla carnavalera


Yastá, ya pasó el carnaval, esito nomás sería. Los saldos que deja recién serán conocidos en los próximos días, cuando las autoridades presenten las estadísticas sobre accidentes, peleas y delincuencia; cuando los ejecutivos de la Cervecería Boliviana Nacional reciban el informe de ventas y se chupen con Chivas Regal para festejar el éxito; cuando don Evo se haga un chequeo médico para verificar si su cadera no se ha descoyuntado por tanto baile; cuando algunas señoritas suden frío por el atraso menstrual; cuando algunos señoritos suden frío al recibir una llamada que les informe que son culpables del atraso menstrual; cuando...

En lo que a mí respecta, el carnaval me dejó tres amigos más, 15% menos de hígado, alrededor de 13.759 neuronas muertas y la desaparición de un celular que aún no termino de pagar. Poniendo todo en la balanza, debo decir que el saldo es positivo, ya que después de muchos años festejé el carnaval como se debe: transgrediendo.

Aparentemente, lo que voy a relatar en las siguientes líneas traiciona el propósito de este blog, pues no hablaré sobre las carnestolendas urbandinas, sino más bien sobre la inmensa e intensa fiesta que se vivió en Oruro (donde la vida es duro); sin embargo, creo que al final se notará que no soy ningún traidor y que la Ínclita sigue siendo la protagonista de mis garabatos.

En Oruro la fiesta comenzó el viernes por la noche. Una verbena popular recibió a los carnavaleros de todo el país y del exterior, quienes se concentraron en la plaza principal y sus alrededores para hacer un calentamiento necesario, previo a la maratónica jornada del sábado. El frío no fue impedimento para la algarabía general; cosa extraña, sin embargo, fue que no pudimos encontrar ni un solo puesto que ofreciera bebidas calientes, aunque el singani ayudó mucho para entibiar la sangre. A eso de la una de la mañana, una señora apareció ofreciendo “café calentitoooo, caféeeee”, pero su oferta no fue correspondida por la demanda, ya que a esa hora el alcohol había establecido el monopolio del mercadeo de líquidos. No pude menos que solidarizarme con esa noble doña que se esforzaba por ganar unos pesos trasnochándose en medio de borrachos bullangueros, por lo que me acerqué a su puestito para darle un consejo: Doñita, aquí nadie le va a comprar café, por qué mejor no se prepara un té con té. Nop’s joven –me replicó–, ustedes se farrean con cerveza y ron, nadies quiere té con té. Yaaaaaaaa –expresé, dejando aflorar mi paceñidad–, usted prepare nomás, yo se lo voy a conseguir clientela. Aún escéptica, la señora tanteó el terreno preguntándome: ¿Y usted, cuántas botellas va a querer? Uuuuuuta, por lo menos doce –respondí con seguridad contagiadora–, y mis cuates y los cuates de mis cuates seguro van a querer igual. Yap’s –dijo, convencida y esperanzada–, ahoritita se lo preparo. Así, doña Lurdes (ese era su nombre) se trasformó en la Luly, y tuvo que llamar a su esposo, su hermana y su hija mayor para que le ayudasen en la preparación y distribución de las botellitas de té con té, que a un precio de diez pesos fueron demandadas con desesperación, llegando incluso a haber amagues de trifulca en la fila de clientes que se formó, pues algunos borrachos coladores no querían darle descanso a sus hígados ni siquiera un par de minutos. Por haber sido el ideólogo del negocio, fui eximido de hacer cola y sólo tenía que gritar “Lulyyyyyyyyyyy”, haciendo la V de la victoria con los dedos, para que pronto me llegasen dos botellas calieeeeeentes de té con té. De ese modo, de dos en dos, mis neuronas fueron muriendo de cien en cien.

El sábado, sin haber dormido, tomamos posesión de nuestra gradería a las 9:30. El sol andino quemaba con furia, como incitando el comienzo de las batallas de globos. Como es tradición, cada gradería se convierte en un grupo unido y solidario durante las batallas, aun cuando al inicio todos sean desconocidos; por eso, cuando un certero y artero globazo impactó en la cara de un tipo que estaba detrás de mí, rápidamente compramos artillería para responder la afrenta realizada a nuestro compañero de grada. Los enemigos, cobardemente, estaban atrincherados detrás de tres ancianitas de dulce mirar y pacífica apariencia, cosa que nos perjudicaba en los intentos de ataque; sin embargo, cuando notamos que las pícaras viejecillas apuntaban con sus temblorosos índices a alguno de nosotros, señalando a sus compañeros de grada el objetivo del próximo globazo, nos dimos cuenta de que ellas dirigían la ofensiva de los adversarios, razón por la que, sin misericordia ni respeto, les hicimos tragar agua con un ataque coordinado y masivo, luego del cual las viejas mostraron sus verdaderas caras, hijoputeándonos de mala manera y amenazándonos de muerte. Por suerte, la aparición de la siguiente fraternidad originó una tregua obligatoria. Era un grupo de caporales no muy numeroso, pero contaba entre sus filas con tres damiselas de carnes generosas y movimientos voluptuosos que respondieron al pedido de la gradería, “beso-beso-beso...”, con picardía alborotadora. El típico ritmo caporal, lógicamente, incitó el “Tigre-Tigre, Tigre-Tigre, ...” en los bravos estronguistas que allí estábamos, a lo que los cholis metiches contrapuntearon “chacra-chacra, chacra-chacra, ...”, hasta que divisamos, en la gradería del frente, a Carlos Fernando Borja, y señalándolo comenzamos el “que le paguen-que le paguen, ...”, que calló definitivamente a la horda celeste y, tras dos horas de lo mismo, provocó incomodidad en el ex jugador y su esposa, quienes se alejaron del sector en medio de un atronador y sarcástico: “no se vayan-no se vayan, no se vayan-no se vayan, ...”.

Las rencillas orales entre cholis y tigres continuaron hasta altas horas de la noche, cuando, ya todos bien chispeados, invadimos la avenida para abrazarnos y saltar gritando al unísono: “La Paz-La Paz, La Paz-La Paz, ...”. Ese momento noté que los paceños éramos mayoría en Oruro; entonces, dado que una ciudad es sus habitantes, podríamos decir que los urbandinos trasladamos La Paz hasta la capital del folklore, de tal forma que esta croniquilla, a final de cuentas, sobre la Ínclita nomás ha tratado. He dicho.

24 comentarios:

  1. jajajajajajajaja... Oruro... cada Carnaval es una nueva historia... jajajaja, la mía fue también bastante divertida, nuestra gradería se bamboleó y todos al unísono saltamos hasta el piso quedando en la calle a la merced de los bailarines, que dicho sea de paso no estaban nada mal, así que con tan buena excusa estuvimos en la Avenida sin nadie que nos diga "A su gradería o afuera!" jejeje... muy buenos carnavales estos, por cierto lo del "beso-beso" también fue altamente utilizado por nosotras hacia algunos buenos bloques de Zambos, Caporales, Tobas... y no se puede negar que La Paz se trasladó a Oruro, toda mi gradería era paceña también!!!

    Saludos =)

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  2. jajaja...tremendos sus carnavales che! envidia da! en fin...ya la pase mojando a cuanta comparsa pasaba por la casa de mis amigos y a ser mojada sin piedad...termin� ayer martes a las 10 de la noche con la ultima botella de Leche de Tigre (voy a tratar de llevar a la paz) de la cuadra, mientras las dem�s comparsas segu�an su camino hacia el jueves de surapata donde se va rematar el carnaval! Salud!!

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  3. Oruro es otro nivel hermano, yo sigo con chaqui de banda, cualquier sonido me suena a caporal o morenada, es una fiesta de excesos, ¿y qué se va a hacer? hay que excederse nomás.

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  4. Oruro me descarrila, el carnaval digo, saca lo peor de mi. Así que no fui, ya que la última vez esos hijos de puta de las graderias de la zapla gritaban: Saaaquen a ese borracho!!! en franca conspiración contra mi bien rítmica anatomía, que por las artes mágicas del equilibrismo circense se mantenía en pie, venían entons los sabuesos de la ley y zas me sacaban, otra vez entraba y zas!! me volvían a sacar. Jujeujeuje pero no contaban con mi astucia ni mis dotes houdinescas, así que despues de 10 idas y venidas me quede y que puts. Ahora me quede en casa y no carnavaleé nadita che, una mierda, me estoy quebrando nomas y no se hasta cuando...pero bien que la viviste intensamente y lo de las neuronas es selección natural...solo das una ayudita pa que las que están al pedo se vayan nomas. Al final necesitamos 3 nomás, una para abrir la tella, la segunda para tomar el trago y la tercera pa no cagarnos en los pantalones. A la salud del carnaval!!!

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  5. Oruro! que envidia!!!!. Espero poder ir al próximo año.Por ahora estoy reuniendo un hígado adicional para mí y otro para mi marido. El mío para tenerle paciencia al susodicho y el de él para que no termine con una intoxicación alcohólica.

    En lo de las neuronas famosas, según mi susodicho cuanto menos neuronas mejor funca el cerebro, pues solo quedan las que sirven. A estas alturas Bolivia sería un país de genios y yo estaría casada con uno de los más brillantes.

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  6. Yo solo fui al carnaval de Oruro una vez, tenia como 10 años :(.
    Me alegro que los cholis se hayan callado.
    esa picardia d tus cronicas son las que más me gustan, me hubiera encantado estar alli con ustedes.
    Un abrazote.

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  7. Y yo que me moría por un trago caliente el viernes! al final me fui temprano porque estaba congelada, pero el sábado me desquité y maté neuronas por los dos días, jajajaja.
    Buenísimo que hayas ido, el carnaval es lo máximo allá, yo todavía sigo caminando al ritmo de la morenada!! jajaja.

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  8. Quiero ver mas fotos de carnaval... Bueno, mejor, quiero ir al Carnaval. Todo suena tan alegre, tan bien. Amo estas fiestas paganas! Benditos los demonios que se desatan con los bailes entre disfraces y tragos mas fuertes y mas tipicos de lo normal. Mas detalles pronto, por favor!

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  9. Ah caray, de haber sabido que estaban en Oruro me hubiera puesto de anfitrion. Que sonsera che, será para la próxima ocation. Y bueno, Oruro es ciudad una vez al año y de remate cosmopolita. Por nada más respeto la presente crónica y mando un abrazo y saludo a su autor.
    He rugido.

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  10. Sin olvidar los gritos euforicos "MUEVA MUEVA" donde las bellas danzarinas hacian un quiebre de cintura que dejarian boquiabierto a Ronaldinho. El chico neonazi que perdio el glamour quedando dormido en el meo de toda la indiada como el llamaba a los ahi presentes. Y el alba que rompio mas huesos por el frio que por las peleas y caidas. La pasamos bien en Oruro donde la vida es duro, menos en carnaval.

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  11. Un gustazo tenerlos a todos acá, siempre serán bienvenidos, ojalá limpiaran las calles antes de irse jejeje no mentira, además de eso se ocupó la lluvia que callo el domingo en la noche para cerrar la fiesta… tengo q confesar que Oruro me asusta un poco por las fechas carnavaleras, será por la presencia abundante de extraños (Paceños, Cochalos, Potocos, Cambitas, gauchos, yanquis, chilenos, perucos, etc, etc) pero todo bien, ahora se vive un ambiente de resaca increíble, nadie sale, las calles vuelven a ser cotidianas, tal y como me gusta, me encanta Oruro así, tranquilita, sin mucho alboroto.. En fin… AMO ESTA CIUDAD Y AQUÍ ME QUEDO… no me arrepiento de haberme quedado aquí nomas…. SALUDOS y q la hayan pasado bien…

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  12. Felicidades a los que carnavalearon...
    Que pena lo del celular, las neuronas y el hígado!!!, por lo demás muy bien..

    Besos...

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  13. Capsula del tiempo, sí, medio trsite no?,si no fuera por tanto alcohol "a estas alturas Bolivia sería un país de genios"... pronto, prtonto... espero

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  14. q deli carnaval!
    suicidio hormonal...
    ataque a las viejitas dulceras...

    me gusta tu blog
    me gusta el Illimani

    saludos desde Tarija

    (te voy a linkear)

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  15. Carnaval!! aqui no se celebra que mal no?, pero a mi no me importo yo celebre viernes y sábado, no mas y me falto el domingo de tentación, ojala y al año me de una vueltita por ahi.
    Saludos!

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  16. Bueno querido, que te puedo decir, solamente que tu vida es un exceso, y en ella te llevas a inocentes por delante. Ojala nos hubiesemos encontrado por la plaza, asi te pagaba la botella que te debo.
    ATTe
    Perro

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  17. Jajajajaja!!! Qué bueeeeeeeenoooo!!!

    P.D.: Sabías que uno de mis sueños frustrados es bailar en el Carnaval de Oruro? Y no sólo eso, también quisiera representar a uno de los 7 pecados capitales. Me toca apurarme, antes de que me salgan várices y patas de gallo...

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  18. MUCHAS GRACIAS POR TODOS LOS COMENTARIOS. PRONTO RESPONDERÉ A CADA UNO DE ELLOS. POR EL MOMENTO, HE SIDO, O MÁS BIEN, MI MÁQUINA HA VUELTO A SER ATACADA POR UN VIRUS QUE, SEGÚN SOSPECHO, DEBE HABER SIDO CREADO POR ALGÚN CHOLI RESENTIDO. EN FIN, ESPERO SOLUCIONAR ESTO HASTA EL MARTES. UN ABRAZO A TODOS.

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  19. K'raspas, miechi Estido, me parece fascinanate el darme cuenta de algo. La ciudad de La Paz es la que siempre se traslada en importante número hacia la ciduad de Oruro para su carnaval. Cosa que puedo afirmar por el arraigamiento de la morenada (paceñisima por supuesto y nacida en Taraco) en Oruro.

    Oruro, en carnaval, único, con su fiesta tradicional e inolvidable (inolvidable por la resaca digo ¿no?), de mucho color y por sobre todo sentido (costumbre, tradición). Interesante, en si "jilata" (hermano).Las neuronas no volveran es cierto, pero también es cierto que los recuredos únicos de cada carnaval tampoco dejarán de ser duraderos.

    La verdad es que me hubiese podido saber que estabas por allá para tener una charla (entre brindis y brindis) sobre las diferencias de el carnaval chucuta (de chutas choleros) y el de los quirquinchos (orureños que se transforman por unos días en diablos). Otra vez será.

    Un placer el leerte una vez más y ojalá tengamos algún día una debate sobre la cultura urbandina a la que con tanto carisma te refieres. Mi querida cultura urbandina.

    Gracias por tratar de conocer algo un poco más allá de nuestra querida La Paz y prácticar lo que es conocido como turismo interno. Gracias por tratar de CONOCER BOLIVIA y ...¿Por qué no? o como digo yo: CONOCER BOLIVIA Y DESPUÉS MORIR ...al menos intentémoslo ¿no?

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  20. no había flota LPZ - Oruro entons, partí del Alto en una flota que iba a Cocha y de Caracollo en otra, apenas llegado (la tardecita del sábado) me dieron la bienvenida mis anfitriones, donde compartí unas chelas (claro que mi entrada era una de chivas), disfrutando de todo hasta las 12 de la noche (donde crecen las chicas de San Simón? grandooootas, las morenas uhmmm y ni que decir de las miradas de las kullawitas) me fui un par de cuadras bailando con un grupo de tarkeadas altiplánicas, de ahi a comer cabeza de cordero y esperar el alba, donde me la pase evitando peleas (un doncito qeu estaba con nos era un peleonero y yo tenía que agarrar de 3 en 3 a los que lo querían pegar...a los cholis les daba de coscorrones) además estaban grupos de cochalas y paceños que se querían agarrar (yo com buen mediador a separar a os giles), disfrute el alba de otra forma con un gran amigo que descubrí en SCZ y que espero sea parte de esa tojpa de inseparables... sobre todo ahora que estoy viviendo en LPZ nuevamente, mis viejos me dijeron que los cocanis de SCZ estaban preguntando por mí, una pena no los pude ver... pero este año me desquito desde el Gran Poder, pasando por la entrada de Julio de los paceños en SCZ y terminando el año en una invitación a un preste qeu tengo en Octubre NO PAROOOOOO DE CARNAVALEAR!!!

    SALUDOS

    R

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  21. Con razón no nos hemos visto compañero! en realidad pensaba llamarte, claro que pensaba eso hasta que mi celular igual se fué de baile -quizás con el tuyo- así que ni modo, bailé sonriendo diciendomé a mi misma. Mi misma, por ahí lo ves al Willy jeje pero nada che. En otra será que nos tomemos una chela en mi tierra. Un abrazo

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  22. Hola Urbandino, me he reído mucho con tu crónica carnavalera. Aunque soy orureña, desde hace 35 años que no voy a los carnavales, pues vivo desde hace 24 en Barcelona y leerte me ha reconfortado, a pesar de que estoy en contra del exceso de bebidas alcohólicas.
    Un saludo,
    Miriam

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  23. ralmente tu si haces desear lo que todavia no conocemos, perfecta tu anegdota estido , un saludo

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