Propongo un juego/desafío: escribir un cuento a varias manos.
El método sería el siguiente:
Hoy postearé el primer párrafo. Cualquiera podrá escribir el segundo párrafo en los comentarios. Bueno, ya que no podrán incluirse todos los párrafos, cada día (o cada dos), asumiré la función de editor/dictador y elegiré uno para añadirlo al texto (en este mismo post). Entonces, cualquiera podrá escribir el tercer párrafo, y así sucesivamente hasta que alguien escriba el párrafo final. El título lo escogeremos después, mediante referéndum vinculante.
Esperemos que funcione y que salga algo bien. AHORA NOS TOCA EL SÉPTIMO PÁRRAFO:
El método sería el siguiente:
Hoy postearé el primer párrafo. Cualquiera podrá escribir el segundo párrafo en los comentarios. Bueno, ya que no podrán incluirse todos los párrafos, cada día (o cada dos), asumiré la función de editor/dictador y elegiré uno para añadirlo al texto (en este mismo post). Entonces, cualquiera podrá escribir el tercer párrafo, y así sucesivamente hasta que alguien escriba el párrafo final. El título lo escogeremos después, mediante referéndum vinculante.
Esperemos que funcione y que salga algo bien. AHORA NOS TOCA EL SÉPTIMO PÁRRAFO:
Mira y remira la foto, nocturno ritual que repite desde hace varias semanas, como esperando que ese rostro le diga algo, aunque sea “andate a la mierda”, porque más que el fin de la relación, le angustia el no saber si hubo fin. Y mientras gasta el retrato con su mirada lagrimeante, se maldice por no poder vencer su orgullo y discar los siete dígitos que podrían ponerle fin al suspenso que lo agobia. “Dos, siete, cinco, uno, uno, seis, uno”, se repite mentalmente, como dándose impulso para tomar el teléfono, llamarla y gritarle: “te amo”. Pero no, antes de que el valor llegue a ser tal, repudia la idea y vuelve a clavar la mirada en esa otra que no lo mira, porque cuando le sacó la foto ella prefirió mirar al cielo y no a la cámara. Y sólo descuida la vigilancia cuando está viniéndole el bajón y necesita ponerse otro toquecito de coca, porque eso sí, “la coca hay que consumirla de a poquito, así es más rica y el sobre dura más”, se recuerda a sí mismo, tratando de convencerse de que lo suyo no es vicio pues puede controlarlo. Sin embargo, cuando en su sobre no quede ni media línea, le vendrá una tembladera insoportable, sudará su nerviosismo empapando la ropa y le atacará una depresión que, por la cantidad que consumirá durante la noche, no desaparecerá hasta por lo menos pasado el mediodía, cuando su cuerpo le exigirá descanso y él se lo concederá, sin sospechar que la pesadilla que padecerá durante el sueño trastornará, de manera definitiva e implacable, su vida y la de Matías.
***
Matías, su hermano, su cuate del alma, su mejor amigo desde colegio, era el único que se había bancado todas sus borracheras, sus desputes, sus fracasos. Hace unos meses logró conseguirle la pega en el Ministerio, donde Martín podía entrar y salir cuando quería, sin que nadie le reclamara nada, e igual recibir su platita a fin de mes. Sólo Matías estaba a su lado cuando él necesitaba ayuda. Ya ni sus padres querían saber de él; ella menos: se había marchado sin dejarle ni una nota, sin explicaciones, sin peleas, simplemente se fue. Lo único que le quedaba de Lorena eran algunas fotos de la época en que todo había empezado a derrumbarse, de cuando empezaron la rutina y las peleas.
***
La noche y la cerveza tan claras y frías como le gustan, la espuma evaporándose mientras Lorena se encuentra sentada en la misma mesa donde por primera vez se encontraron; la ventana le muestra a las personas que pasan, todas arregladas, como si la ciudad fuera una fiesta a la que todos están invitados. Lorena, distante de lo que sucede en el bar, esbozando una sonrisa enigmática, piensa en lo que hizo hoy, "por fin me desligué de ése", se dice a sí misma. De pronto, gotas de lluvia golpean la ventana contigua a su mesa; ella, sin siquiera darle importancia, mira su pequeño maletín, protegido entre sus piernas. Nunca fue de las personas que llevan muchas cosas, sólo lo necesario, porque, como solía decir, “uno nunca sabe cuándo y hacia dónde destino nos hará volar”. Repentinamente, un cosquilleo cerca del codo que tiene apoyado sobre la mesa le indica que su teléfono está vibrando; mira la pequeña pantalla, el identificador le hace saber quién está del otro lado de la línea, con un movimiento de pulgar acepta la llamada y escucha su voz: "Te quiero, necesito verte".
***
Ella no responde y el silencio se apodera de ese instante. “¿Hola, hola?”, insisten desde el otro lado; sin embargo, Lorena apaga el celular. "Lo hecho, hecho está", se dice. Como quien quiere coquetear con el pecado, desliza sus manos sobre el maletín, lo abre y extrae del fondo un denario de oro. Era el obsequio de su primer aniversario, aquel que le había costado al desdichado tantos meses de trabajo. "Una joya de gran valor", diría cualquier orfebre. Lorena, sin apartar la mirada de la preciada joya, seducida por su brillo y lucidez, se susurra a sí misma: "¡Si!, con esto alcanza". Mientras aquel pequeño baile de amor y traición va sucediendo, un sujeto, arropado contra la lluvia y el rostro casi cubierto, ingresa al local. Atraviesa el umbral y, sin mirar a nadie, parece reconocer a Lorena; se aproxima y se sienta frente a ella, quien, apenas saliendo de su letargo, alcanza a levantar la mirada, al tiempo que pronuncia: “¿Matías?”.
***
“No. ¿Usted cree que don Matías vendría en persona?”, exclama el recién llegado, finalizando su pregunta con una risita fingida. “Bueno, no he venido ha conversar, señorita, sólo me han mandado a recoger lo que tiene para don Matías. ¿Sería tan gentil de dejarlo en el suelo mientras usted hace uso del baño?”. El reloj apenas marca el transcurrir de cinco segundos, pero Lorena siente que han pasado cinco minutos. Finalmente, reacciona; guarda el denario en el maletín y se levanta, empujándolo por debajo de la mesa, mientras se dirige a la mesera: “¿Dónde queda el baño?”.
***
Lorena se arregla el cabello sin conciencia de sus actos, apenas pinta sus labios y sus manos recorren su blusa arreglando un desorden inexistente. El cabello peinado. Los senos firmes. "No pudo ser de otra manera", piensa con ironía. "Después de todo, es por su bien", y apenas se convence. Sale del baño y vuelve a la mesa, el maletín ya no está en su lugar; acomoda el vaso y la botella de cerveza que tiene enfrente antes de sacar otra vez su denario. "Un objeto de gran valor", dice ahora en voz alta, sin inmutarse por la explosión estridente que sacude las ventanas. "Después de todo, es por su bien". La calle se llena de curiosos. El tiempo es inclemente. Sus manos sirven la última copa y el celular brilla con tres llamadas perdidas.
Hola Estido! Que buen juego propones! lamentablemente aunque ideas e imaginacion me sobren para esta historia, no tengo mucho talento para escribir y narrar. Pero esperare con ganas el 2do párrafo! desde Ginebra un saludo para mi llajta.
ResponderBorrarliz
Avisa pues cuate....de la lectura che...sabes que me anoto
ResponderBorrarAbrazo
bueno hay te dejo un párrafo de algo q estoy escribiendo jeje no se me ocurre nada más;(le cambié el nombre original es Carlos.
ResponderBorrarTodo comenzó un par de años antes; Matias no era un hombre aguerrido y mujeriego como todos los demás de su grupo, “Vamos Matias esta noche estamos yendo todos a un club nocturno y anda cambiando esa cara y tus billetes en sencillos para colocarles a las muchachas mientras bailan”. A mala voluntad aceptó, después de todo que podía perder. Entre bailes y bebida, que a mucha insistencia sus amigos le hicieron tomar, se animó a entablar conversación con una de las muchachas de aquel bar inmundo. Sin muchas ganas de entrar en una conversación a fondo y por complacer a sus amigos le preguntó su nombre, y ella le respondió me llamo Gabriela tu me puedes llamar Gaby o en su defecto, como me llaman aquí… Gaviota.
Gaviota se decia para sus adentros, mientras se despertaba adolorido, camina lentamente por la habitación, buscando en los bolsillos un poco más de lo que le hacia falta.
ResponderBorrarSe sienta en una silla que coloca cerca de la ventana, esta con el pecho descubierto y mientras da bocanadas lentas a un cigarro que encontro de bajo la cama, recuerda como la conocio, ella bailaba mostrando sus dulces curvas a los espectadores, de pronto sus miradas se cruzaron, por esa noche olvido la foto, olvido los número que se repetía sin cesar, por esa noche olvido el deseo de llamarla.
Bueno mejor me detengo que luego no paro de escribir.
quiero ver como va a quedar esto.
Saludos
Como mis narraciones se limitan a cuentos infantiles truchos, mejor voy a seguir atenta las propuestas de los otros blogueros.
ResponderBorrarBuen nombre Gaviota.
Te dejo un abrazo, changuito.
hmmm...
ResponderBorrariba a escribir mi version de parrafo segundo... pero veo q Silvia siguio el de Leslie...
vengo para el tercero sin falta (si es q el personaje deja de llamarse Gaviota jajaja)
besos electricos
che que alguien escriba y continúe el relato que yo ya me enganché.. obviamente no para escribir sino leer lo que irá saliendo..
ResponderBorrarsaludos!!
Me gusta este juego. Ahi te va otra opcion:
ResponderBorrarMatias caminaba por la calle pensando. Estaba un poco preocupado porque la Antonia le habia dicho q un tipo extrano habia preguntado por el la noche anterior. Extrano como? le habia preguntado el. La Antonia le dijo: no se, parecia diferente que todos tus otros clientes. No digas clientes! alguien te va oir! sabes que son mis amigos!
La Antonia le habia dicho que esos no eran amigos. Igual a el Lo que le procupana era que el tipo extrano fuera un policia o algo asi. No hay que confiar en nadie. Pensando en eso se subio a un taxi. Ya era tarde y el J sonaba desesperado.
- Al Estado Mayor, por favor maestro!
Yo quiero escribiiiiiir, extraño escribir, necesito escribir!!!!!! pero no termino de instalarme :( a ver si alcanzo a los últimos párrafos...
ResponderBorrarMmmmm... ya hay 2 opciones para el párrafo 2... bueno, que el mío sea la tercera opción!!! jejeje =) así tu trabajo de editor/dictador será más duro... ñjejeje
ResponderBorrarAl otro lado de la ciudad, Matías se encuentra apurado para la cita de esa noche, nunca antes se había arreglado tanto para una cita, lo cual de por sí ya lo tenía nervioso más que el encuentro en sí, ya llevaba diez minutos de retraso y sólo pensaba en cómo la saludaría sin parecer muy ansioso. Toma un taxi, el primero que se acerca ofreciéndose al hacerle luces para prestarle el servicio, "Al teatro municipal, lo más rápido posible" le indica al chofer, el taxista sin mayor discusión apreta el acelerador porque sabe que el precio no será discutido, lo lleva por callejuelas que nunca antes habría recorrido hasta llegó a pensar que el taxista lo llevaría a su cueva para robarle todo lo que tiene, pero el alma se le volvió al cuerpo al ver a la distancia el edificio antiguo del teatro. Bajándose presuroso se da cuenta que es el único en la puerta, se pregunta si ella ya se habría ido por haberle esperado, "Ya estamos!, ahora me quedé con los crespos hechos!!! Maldito reloj que se atrasó!, ahora no tendré acción esta noche..." hablaba consigo mismo, pero luego piensa un poco más "un cachito, todas las mujeres son unas tardonas!, seguro que estás puntual" y una sonrisa se esboza en su rostro al ver llegar otro taxi con su cita en él, sin embargo mientras ella se va acercando él se pregunta si estará haciendo lo correcto ya que Martín no sabe de estas andanzas entre él y Lorena, y no lo tomaría de muy buen agrado ya que su obsesión por ella y su orgullo le harían hacer cosas que sólo en las historias de Lovecraft podrían describirse.
Siguiendo la línea de la Ceci aquí va un párrafo.
ResponderBorrarMatías, su hermano, su cuate del alma, su mejor amigo desde colegio, era el único que se había bancado todas sus borracheras, sus desputes, sus fracasos. Hace unos meses le consiguió la pega en el Ministerio, donde Martín podía entrar y salir cuando quería sin que nadie le diga nada y recibir su platita a fin de mes. Solo Matías estaba ahí cuando él lo necesitaba. Ya ni sus padres querían saber de él. Ella menos. Cuando Martín llegó de madrugada ese maldito jueves las cosas de Lorena ya no estaban. Se fue sin dejarle ni una nota, sin explicaciones, sin peleas, solo se fue. Lo único que le quedaba de ella eran algunas fotos de la época en que todo estaba empezando a irse a la mierda, de cuando empezaron la rutina y las peleas.
jajajajaa td una hemorragia de palabras jajajajaja bueno... creo q de tu reto será el de editor de un chorro de porquerias peeeroo porquerias con entusiasmo.
ResponderBorrarNO CONCUERDO CON LESLIE, PUES LOS PÁRRAFOS RECIBIDOS ESTÁN MUY BIEN; DE HECHO, TODOS ENCAJAN PERFECTAMENTE. SIN EMBARGO (TAL COMO SE HABÍA PLANTEADO), TUVE QUE ELEGIR UNO, AUNQUE ESTUVE TENTADO A ELEGIR DOS Y ASÍ YA TENER TRES PÁRRAFOS, PERO ESO SERÍA HACER TRAMPA EN ESTE JUEGO. LA IDEA ES IR AUMENTANDO LOS PÁRRAFOS UNO POR UNO, NI MODO. ELEGÍ EL DE VANIA (CÁPSULA DEL TIEMPO) PORQUE, SEGÚN MI CRITERIO EDITORIAL/DICTATORIAL, PLANTEAR UNA AMISTAD TAN ESTRECHA ENTRE LOS PERSONAJES POSIBILITA QUE LA HISTORIA PUEDA CONVERGIR EN UNA PUESTA EN CRISIS DE LA OPOSICIÓN ENTRE EL BIEN Y EL MAL.
ResponderBorrarBUENO, AHORA MANOS A LA OBRA PARA CREAR EL TERCER PÁRRAFO.
UN ABRAZO GENERAL.
ahora si no hay primera sin segunda:
ResponderBorrarUna noche Martín salio angustiado del trabajo, una llamada lo había puesto muy nervioso, aunque del otro lado de la línea no se pronuncio palabra alguna, sabía que era ella.
Camino sin rumbo pensando en el porque de la llamada, tal vez aun había algo en el corazón de Lorena, se metío en un bar y comenzo de nuevo con la bebida, de rato en rato suspiraba, Matías aparecio como un fantasma, entre la cerveza y el humo del cigarro, trato de apoyar a su amigo, le dijo que debia mantener el empleo, que si bien no lo controloban, habian algunos que estaban tras su pega.
Saludos
OOOHHHH!!!, ya está el segundo párrafo... bueno, entonces continuemos... realmente me está gustando este juego =)
ResponderBorrarLa noche y la cerveza tan claras y frías como le gustan, la espuma evaporándose mientras Lorena se encuentra sentada en la misma mesa donde fue la primera vez que se encontraron, la ventana le muestra a las personas que pasan, todas arregladas como si fuera la única fiesta en la ciudad a la que todos fueron invitados. Lorena, distante de lo que sucede en el bar, y con esa sonrisa enigmática en su rostro piensa en lo que hizo hoy, "por fin me desligué de ese" se dice a si misma, de pronto las gotas de lluvia golpean la ventana de su mesa, ella sin siquiera darle importancia mira a su pequeño maletín que se encuentra entre sus piernas, nunca fue de las personas que llevaban muchas cosas, sólo lo necesario porque como decía ella: Uno nunca sabe hacia dónde y cuándo el destino nos hara volar. De pronto una sensación cerca de su codo apoyado sobre la mesa le hace percatarse que su teléfono estaba sonando, mira el identificador y contesta, la voz al otro lado le dice "Te quiero, necesito verte"
=D
ResponderBorraruhhhhh, esto se está poniendo bueno... XD
ResponderBorrarLa deambulante miranda de Lorena provocaba todavía más dudas sobre aquello que había vivido como la mayor verdad de su vida... se incorporó del arrebato como de la peor de sus pesadillas luego de ver en el retrovisor su rostro ensangrentado, pero la sangre no estaba en sus majillas, en sus manos sólo había quedado el sudor salado, que olió y lamió en busca de esa certeza roja, en busca del asco de cuando la tragaba.
ResponderBorrarchuchas...rico juego, prometo poner algo pero necesito un poco de tiempito...:)
ResponderBorrarPero nada de aquello le importaba. Sólo necesitaba su olor. !Caido mamarracho! Perdido, perdido en la nada. Me doy pena a mí mismo, mirando fotos. ¿Y si me llamara?...así, te quedaste. rayado de mierda.
ResponderBorrarNo llegaba a recordar todo aquello que le dijo. ¿Qué me decía? Tantas cosas que me huequean el cerebro. ¿Y no había forma de qué vuelva? Matias dijo que no. Él ha dicho que no, y Matias tiene razón, es mi amigo y me dice, me dice bien.
Caminaba a trasquilones, instintivamente ha salido a la calle, lo ha notado por le aire en la cara. Obsesionado vaga sin ver, se le pasa la hora..!rayado de mierda! ¿y él? ¿quién sería ese hijo de puta ? ¿cómo no se había dado cuenta? ¿cómo nadie le dijo nada, ni Matias???
Ella no responde, y el silencio se apodera de ese instante.
ResponderBorrar- ¿Hola, hola? - insisten desde el otro lado. Sin embargo Lorena cuelga la llamada y apaga el celular. "Lo hecho, hecho está" se dice.
Como quien quiere coquetear con el pecado, desliza sus manos sobre la maleta, la abre y extrae del fondo un denario adiamantado de oro. Era el obsequio de su primer aniversario, aquel que le habia costado al desdichado, tantos meses de trabajo. "Una joya de gran valor" diria cualquier orfebre.
Lorena, sin apartar la mirada de la apreciada joya, seducida por su brillo y lucidez, se susurraba a si misma. "Si!, con esto alcanza".
Mientras aquel pequeño baile de amor y traición venia sucediendo dentro del bar, un sujeto se aproxima hacia él. Arropado contra la lluvia lleva el rostro casi cubierto. Ingresa al lugar, atraviesa el umbral y sin mirar a nadie más, parece reconocer a Lorena. Se aproxima y se sienta en su delante.
Lorena, quien apenas había salido de su letargo alcanza a levantar la mirada, al tiempo que pronuncia:
- ¿Matías?
- Ya es tarde, Martin.
ResponderBorrar- Donde quedo el amor?
- No tienes derecho a preguntarme eso
Martin salio del bar. Una vez mas habia roto la promesa que se hizo a si mismo despues de la navidad pasada. Despues de todo, seguia pensando que todo lo que pasaba era, en realidad, su culpa.
Siempre penso que Lorena era demasiado buena para Matias. No era justo. Borracho, desputero, Matias siempre conseguia las mejores mujeres, ellas siempre lo preferian a el.
- Alo, hermano!
- Acabo de hablar con ella
- Al fin la llame
- no me dijo nada...
- Dice que no tenemos nada de que hablar. Pero no importa. Tengo una idea!
- dime
- no, tengo que comprar un par de cosas y de ahi nos vemos y te explico todo. Voy a necesitar tu ayuda
Martin se preguntaba en que se estaba metiendo esta vez. Matias le habia hecho prometer que le iba ayudar. Como siempre. Ultima vez, se dijo.
Matías cuelga la llamada de su celular, la sonrisa en su rostro no se puede disimular y se dispone a entrar al dormitorio de Martín, ellos vivieron juntos desde que salieron de la unviersidad y nunca tuvieron la costumbre de tocar la puerta, Martín se encontraba mirándo la foto de Lorena y el teléfono en la otra mano como si hubiera realizado una llamada. "Hermano, ya no sufras más, se ha ido y tienes que enfrentarlo!, mas bien vamos a tomarnos unos tragos que el alcohol es el mejor remedio para matar esas penas...", sin embargo Matías muy en el fondo no tenía esa intención, "Por qué!, dime por qué no le fui suficiente!, es que acaso mi amor no vale nada?", en llanto, Martín abraza a Matías buscando un abrigo a su dolor y preguntas que Matías no estaba dispuesto a responderlas. Después de un buen rato, Martín se queda dormido con las lágrimas rodando todavía por su rostro, Matías lo arropa con una cobija y coge el primer abrigo que encuentra, afuera llueve como si fueran las gotas de llanto que Martín ha derramado durante toda la tarde y él sale presuroso. Mientras, en el bar, Lorena ya teminando el vaso de cerveza que tenía saca de su valija un paño rojo de terciopelo y lo abre, era un revólver que lo tomó al salir de la casa de Martín, toma el último trago de su vaso y acaricia el arma como si fuera su objeto más preciado "Tengo que terminar lo empezado, tú me traerás todo aquello que nunca me fue dado", mira a su alrededor y el bar se encuentra completamente vacío incluso el barman habría entrado a su oficina, ella aprovecha el momento y levata el arma, la estudia cuidadosamente, estaba cargada y brillaba cual joya de plata, de pronto ve hacia la puerta y alguien se acerca, rápidamente devuélve el arma al paño y la vuelve a guardar en su valija. Un hombre con un abrigo largo y escurriendo de agua ingresa al bar y parece buscar a alguien, se acerca presurosamente hacia su mesa. "Lorena, por fin solos, no podía esperar más para verte" ella levanta la mirada y sonríe, lo abraza como si fuera la última vez que lo viera y su sonrisa se transforma a esa enígmática mirada que siempre lleva y le dice: "Matías, mi amor, al fin juntos"
ResponderBorrarParece que pro algún extraño motivo no apareció mi comentario/justificación sobre la elección del tercer párrafo; lo vuelevo a poner:
ResponderBorrarPUES BIEN, AHORA SÍ QUE ME RESULTÓ COMPLICADO. ME RESULTÓ DIFÍCIL ENTENDER ALGUNOS, Y CREO QUE EN ALGUNO HAY UNA CONFUSIÓN DE PERSONAJES. EN FIN, QUE EL JUEGO CONTINÚE, YA VEREMOS HACIA DÓNDE NOS LLEVA. ESTA VEZ ELEGÍ EL DE CECI (SAKURA) PORQUE, SEGÚN YO, LA NARRACIÓN CAMBIA DE PERSPECTIVA, ENFOCANDO A OTRO PERSONAJE Y, SOBRE TODO, MOSTRANDO QUE LORENA ES FRÍA Y DESPECTIVA.
AHORA NOS TOCA EL CUARTO PÁRRAFO, ¡DENLE DURO AL TECLADO!
UN ABRAZO GENERAL.
Holas a todos, hace un tiempo que tengo la gracia de pasar por aqui, y que me tengan por aqui. pero sinceramente que tus relatos son geniales: Bueno ahi te va mi version de esta historia, cortita, pero a ver como va, saludos afectuosos a todos chauuu:
ResponderBorrar“Dos, siete, cinco, uno, uno, seis, uno”, decía nuevamente, para el nunca había terminado la relación con Lorena pues nunca comenzó como el habría querido. ¿Mierda, porque Matías?; se preguntaba, y de nuevo se volvía a repetir el número “el no, quien sea menos el, ¡por que lo mato¡ , tantas huebadas que hicimos, tantas noches de tertulia al tacho”.
Lorena quien había sido la musa de sus sueños, pero que hasta hace poco le había dado la noticia mas importante de su vida, había marcado un antes y un después en su vida, tendría un hijo, un hijo le había dado la luz que necesitaba para poder ver el camino, pero ¡oh! sorpresa, una llamada podía cambiar todo, pues terminaría con tanto dolor, y pondría claro todo, ya no mas dudas, ya no mas malestar, solo la claridad de lo que disfrutaría hacer.
Hep Hep..!!!
ResponderBorrarhabía una vez un pibito cojonudo.... luego se murió...
He HE..!!!
Upxxx!!!
¡CARAMBA! REALMENTE ESCRIBIERON MUY BUENOS PÁRRAFOS. TUVE QUE LEER Y RELEER BASTANTE PARA PODER DECIR CUÁL INCLUIR. PERO BUENO, ESTA VEZ ELEGÍ EL DE DIEGO, PUES CREO QUE SE CONECTA MUY BIEN CON EL ANTERIOR, ADEMÁS DE QUE PERMITE VISLUMBRAR LA PERFIDIA DE MATÍAS.
ResponderBorrar¡CONTINUEMOS CON EL QUINTO PÁRRAFO!
ahora si que esta con mas forma!!!! esta quedando bien!!! haber y si me animo y la imaginacion me lo permite trataré de proponer un parrafo un pokito + adelante.
ResponderBorrarAfuera el cielo se cae a pedazos y los truenos hacen vibrar la ventana de Lorena. "Veo que todavía usas la cadenita", dice Matías desde su impermeable bañado en gruesas gotas de agua. Lorena lo oculta entre las manos. "Es lo único que he guardado de tí". Matías parece sonreir con satisfacción entre las sombras. Ahora se fija en el maletín. "Entonces abandonas el negocio, creí que ibamos a terminarlo, nos iba tan bien". "Te iba bien a vos carajo, yo ya no sigo con esto". Una bocinita melódica interrumpe la conversación. Matías extrae de su bolsillo el aparato tintineante. "¿Hola? Martín, hermano" Lorena siente que la sangre se le congela, hace unos gestos que parecen de súplica. Martín vuelve a sonreír con satisfacción. "Aquí con la Lore".
ResponderBorrarFé de erratas: En el último "Martín" léase "Matías" y festejemos el parecido de los personajes. XD
ResponderBorrarUn abrazo.
Esto esta bueno, esperare a ver como van los escritos.
ResponderBorrarSaludos
Matías mira fijamente a Lorena, como si tratase de pasar por encima de la barrera que ella siempre puso en sus ojos para no mostrar su verdadero rostro, "¿Y se puede saber qué haces tu aqui?" increpa Lorena, desafiante a la mirada de Matías, "Pues trato de proteger mis intereses". La lluvia se convierte en granizo fuera del bar y el choque de los mismos contra la ventana hace que la conversación sea inaudible para el resto del bar, Lorena con total frialdad le dice: "No tienes nada de qué temer, nosotros ya tenemos un trato y pienso cumplirlo, tu no?", guardando la joya sin ninguna prisa dentro del maletín, levanta la mirada hacia Matías: "¿O es que piensas que te traicionaría como tu con Martín?", Matías completamente incómodo y nervioso responde: "Yo... yo no lo traicioné, solo hago lo que tengo que hacer, ese su vicio sólo me ha traído problemas... y ..." levantando la mirada "¡Y tú te has sabido valer muy bien de esa su debilidad!, o crees que tu no te aprovechaste?". Lorena se levanta de la mesa abrigándose como si fuera a salir "Yo no tengo porqué darte explicaciones a ti ni a nadie, así que sólo te pido que esperes para tener tu parte del trato", Matías ya molesto y muy nervioso "¿Y cuándo tendré noticias?", Lorena alejándose sin mirar atrás responde: "Muy pronto... muy pronto". Esa noche Martín desesperado en su cuarto busca dentro de sus gavetas el paño que siempre trató de ocultar, incluso de Matías, "A mi no me dejan así por asi, ya verá de lo que soy capaz!", lo encuentra en el mismo lugar donde siempre lo puso y se dispone a abrirlo, pero algo lo detiene y fija su mirada una vez más en el retrato de Lorena, la rabia lo invade y lo convence de abrir el paño, el arma de su padre muy bien conservada brilla ante sus ojos como el denario de oro a los ojos de Lorena "¡Ya verás de lo que soy capaz, Lorenita!"
ResponderBorrarSaludos, a los largos tiempos...
ResponderBorrarSería interesante que nuestro ilustre editor se tome la libertad de corregir nuestros torpes intentos bajo afán de continuidad estilística. Párrafo 5to entonces:
- No, ¿Usted cree que Don Matías vendría en persona?-exclama entre risas y mirada incrédula el recién llegado. - Bueno, no he venido ha conversar con usted, señorita, me han mandado a recoger lo que tiene para Don Matías, ¿Sería tan gentil de dejarlo bajo su silla mientras usted hace uso del baño?. El reloj toma cinco minutos en marcar los cinco segundos que le toman a Lorena reaccionar y levantarse empujando el pequeño maletín bajo la mesa mientras se dirije a la mesera que pasa por su lado. - ¿El baño dónde es señorita?
Que rabia!! deje un parrafo larguisimo y se borró!! me quiero morir!! bueno ni modo, aqui va de nuevo, aunque me faltan cositas del anterior...
ResponderBorrar-Perdón, el tráfico y la lluvia me retrasaron.
-No te preocupes, no esperé mucho..
Matías se dió cuenta por la botella vacía y los cigarros apagados que Lorena mentía, no quiso decir nada.
Un juego de miradas coquetas callaba a ambos...
Después de un par de minutos, ella se atrevió a cortar aquel silencio "¿Quieres tomar algo?", le preguntó con una voz temblorosa, solía ser una persona confiada pero con él, todo era diferente. Después de responder con un "no" seco y rotundo, la invitó a ver una película en su casa, ella accedió con gran ansiedad, en un ambiente mas íntimo todo podía pasar...
Matías se sentía mal por no decirle a su amigo lo sucedido, que por su culpa el amor de su vida lo había dejado y que ella no se había cansado de una relación larga...
Pero después pensaba en ella, Lorena, sus ojos verdes que penetran, sus cabellos rizados y oscuros, sus labios que tientan, sin duda la mujer más hermosa que había conocido, no podía perderla...
UNA VEZ MÁS, LOS PÁRRAFOS ESTUVIERON BUENÍSIMOS. AHORA ELEGÍ EL DE SEBASTIÁN PORQUE ME PARECE QUE ASÍ EVITAMOS EL TÍPICO TRIÁNGULO AMOROSO Y LA HISTORIA DA UN GIRO QUE NOS PUEDE CONDUCIR A OTROS ESCENARIOS.
ResponderBorrar¡PASEMOS AL SEXTO PÁRRAFO!
UN ABRAZO GENERAL.
entonces todos se dieron cuenta que ni matías ni lorena eran importantes, solamente la simple sensación de que sus tristes vidas eran un remedo de lo qeu deseaba cada uno del otro ... sin embargo matías decidió abandonar su idea de continuar con su vida... pero le quedaba la duda de que hacer respecto a ella.
ResponderBorrar(este de seguro el mejor párrafo sin haber leído nada de la historia)
un abrazo,
r
(pd. por si acaso no estoy borracho)
Al otro lado de la ciudad, las líneas de coca listas para ser aspiradas, Martín con el retrato al lado y la lágrima que no quiere rodar, repasa en su mente el encuentro con Lorena una semana atrás, ese día él decidió darle el mejor trabajo que realizó hasta el momento como símbolo de su sentimiento, talvez el único sentimiento que lo alimentaba desde hacía mucho tiempo, recuerdaba el brillo en los ojos de Lorena cuando se lo dió, le indicaron a Martín que la respuesta era positiva a su proposición aunque ella no haya pronunciado palabra alguna. Ese mismo día Matías, enterado de la proposición y el regalo, sonrió para sí mismo en el teléfono: "Esta niña sabe lo que hace, eh?, ¡qué se prepare Horacio, no quiero errores ni huellas que nos delaten!... esta vez Martinsito sabrá que no todo es gratis en esta vida"
ResponderBorrarHola, y... que paso? ya se acabo el juego...cual sera el final de la historia??
ResponderBorrarSaludos Liz
ando un poco corta de ideas pero es lo que salió hoy x la mañana...
ResponderBorrarYa en el baño, Lorena se lavó la cara y su rostro delataba la impotencia de no haber visto a Matías, nunca fue buena ocultando sus sentimientos, siempre estaban a flor de piel. El latido de su corazón empezó a ser tan fuerte que sólo escuchaba eso, respiró profundo, tomó agallas y salió, "El crimen perfecto" dijo y una sonrisa asomó por sus labios.
que buena honda el juego! hace un par de meses ya q encontre tu blog y me encanta! sobre todo tus cronicas urbandinas ya que me hacen recordar y ademas conocer mejor mi querida la paz...
ResponderBorrarbueno, aun que no soy muy buena para escribir en español me anime a escribir un parrafo tambien, espero que me van a perdonar los errores gramaticales u ortograficos u otros pues el español no es mi lengua materna...
ahi va...
“Hola? Lore..?” El sonido penetrante que termina el silencio al otro lado calla su voz y su ultima esperanza. Ha apagado. Sin decir nada. Y ahora? Mira sus manos temblorosas, el telefono que sigue emitiendo ese beeeeep terminal, su foto en la mesa. Ya no queda nada más que hacer. Piensa en todas las semanas que ha pasado sentado frente a su foto buscando el valor para hacer esa maldita llamada. Ahora yastá. La hizo. Y de que sirvió? De nada! Sigue con la misma ignorancia. Sin embargo el sentimiento de que si se acabó su tiempo junto a Lorena se va apoderando de el y sabe que va a pasar otra media hora llorando. Seguro que ella lo sabe tambien, pues ya se habia acustumbrada a sus crisis. Al principio todavia trató de consolarlo, luego empezó a putearle por haber pasado otras dos noches gastando su sueldo en ron y coca y al final ya ni le miraba cuando llorando le juraba que iba cambiar su vida. Se acuerda de las inumerables peleas en las que ella le habia denominado alcohólico, drogadicto o inutil a lo que el le contestaba que se vaya a la mierda si no le gusta su forma de vivir... “Bueno”, se dice a si mismo tratando de detener las lagrimas mientras coloca el ultimo resto de polvo blanco encima de la foto “ahora si se fue... mierda!”
Mira a la coca, jala, se levanta, se pone los zapatos, baja las gradas hacia la puerta. Saliendo de la casa se da cuenta que está lluviendo pero ni piensa en volver a subir para traer algun abrigo y se pone a caminar.
Lorena se arregla el cabello sin conciencia de sus actos, apenas pinta sus labios y sus manos recorren su blusa arreglando un desorden inexistente. El cabello peinado. Los senos firmes. "No pudo ser de otra manera", piensa con ironía. "Después de todo es por su bien", y apenas se convence. Sale del baño y vuelve a su sitio, el maletín ya no está en su lugar. Sentada en el sofá, Lorena acomoda el vaso y la botella de cerveza que tiene enfrente. Saca otra vez su denario. "Un objeto de gran valor" dice ahora en voz alta sin inmutarse por la exlosión estridente que sacude las ventanas. "Después de todo es por su bien". La calle se llena de curiosos. El tiempo es inclemente. Sus manos sirven la últimca copa. El celular brilla con tres llamadas perdidas.
ResponderBorrarESTA VEZ TARDARON MUCHO CON LOS APORTES; PERO BUENO, YA NOS TOCA EL SÉPTIMO PÁRRAFO. EL SEXTO ES OBRA DE PABLO; LO ESCOGÍ PORQUE ES COHERENTE CON LA FRIALDAD DE LORENA Y PORQUE MANTIENE LA HISTORIA ALEJADA DEL TRIÁNGULO AMOROSO, DÁNDOLE UN GIRO CON LA EXPLOSIÓN QUE, SEGÚN YO, SE PRODUJO POR UNA BOMBA QUE ELLA DEJÓ EN EL MALETÍN. ¿POR QUÉ? ESO TENDREMOS QUE DESARROLLARLO Y DESCUBRIRLO EN EL CAMINO. ¡MANOS A LA OBRA!
ResponderBorrar"Detective Philco?" "Si, quién habla?", "No interesa eso ahora, pero en cambio si le interesará saber que hay mucha conmoción frente al bar La Taberna, dese prisa antes que la pista que tanto busca desaparezca". La llamada se colgó antes de que pueda perguntar más. Desorden en la calle, bomberos y policías en el lugar donde la bomba explotó, humo, olor a pólvora y a carne quemada es lo que rodea al cadáver quien entre sus dedos sostiene un objeto. El detective Philco revisa la escena del crimen, es el segundo atentado después de un año de silencio y cero pistas a seguir, completamente asqueado levanta el objeto de las manos del cadáver "otro relicario... recojan y marquen todas las evidencias, esta vez no se nos escapará el desdichado! y quiero que el médico forense identifique al sujeto, tiene que tener alguna relación con el anterior atentado". Ya en la comandancia, el detective absorto en sus pensamientos revisa el historial del anterior atentado, las pistas no fueron muchas, un lugar público al azar, el hombre quemado no pudo ser identificado sin embargo también contaba con un relicario, y los joyeros que fueron entrevistados no dieron muchas pistas, salvo uno que quedó como sospechoso. "¿Por qué ahora otro atentado?, ¿¡quien eres!?, el relicario tiene casi las mismas características que el anterior, salvo que este su trabajo es más fino... Agente Florian, haga evaluar el relicario y obtenga los nombres de los artesanos que puedan haber trabajado la joya". Mientras en la oficina de Matías, "Señor, el paquete ha sido recogido... pero nos han tendido una trampa, el paquete ha explotado", Matías completamente azorado "Qué!!!, y el relicario?" "se ha quedado en el lugar, la policía lo tiene como evidencia", "Está bien, yo me encargo, retírate". Levanta su teléfono para marcar pero al otro lado no contestan, tres intentos y ninguna respuesta, "Lorenita... qué es lo que tramas?", entonces vuelve a marcar pero esta vez un número distinto, el teléfono de Martín da el primer repique y lo contesta sin dudar, como si estuviese esperando una llamada, "Hermano, encuéntrame en el café de siempre ahora, te tengo nuevas".
ResponderBorrarTercer intento. Nada. “…le recordamos que dejar mensaje después del tono, tiene costo…”. “Qué mierda”, dice y espera el tono para dejarle un mensaje. “Lore? Soy Matías. Che escuchame, no voy a poder ir. Lo ví al Martín ayer y está hecho mierda. No creo que pueda manejar el asunto. Sigue pensando en vos y así no es garantía de nada. Lo dejamos así mientras tanto, no hagas nada. Chau.” Cuelga. “Hija de puta.” dice y levanta la mirada. Los ojos de Martín, aún incrédulos, lo miran del otro lado de la habitación. Las lágrimas no cesan de correr pero un esbozo de sonrisa comienza a aparecer en su demacrado rostro. “Hija de puta.” confirma. El abrazo entre ambos es fuerte y prolongado, un abrazo de hermanos, de compinches de farras, de putas, de quilombos y desputes. Es un abrazo en clave que dice todo va a estar bien.
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