Un día como hoy, pero hace muchos años, la mujer que amaba me dio una noticia que me alegró la vida. “Estoy embarazada”, me dijo seriamente, y yo, ingenuo, casi gritando contesté, “¡Qué bien!”. La abracé, pero me preocupé por no hacerlo con mucha fuerza, no quería lastimar a ese ser que ya estaba viviendo. Ella se apartó de mí con torpeza y comenzó a llorar a moco tendido; inútiles fueron mis intentos por calmarla, tuve que quedarme quieto, viéndola sufrir, aunque sin comprender el porqué, mientras en mi interior se originaba un conflicto premonitorio al tratar de compatibilizar el dolor ajeno y la alegría propia.
“No lo voy a tener”, me lanzó sin analgésico. Tenía sus motivos, claro que en ese momento ninguno me parecía correcto. Prometí, propuse, amenacé, lloré, insulté, clamé, pero nada pudo cambiar su decisión.
Eran los tiempos de jugar a la música; por eso, mi sufrimiento se hizo canción:
“No lo voy a tener”, me lanzó sin analgésico. Tenía sus motivos, claro que en ese momento ninguno me parecía correcto. Prometí, propuse, amenacé, lloré, insulté, clamé, pero nada pudo cambiar su decisión.
Eran los tiempos de jugar a la música; por eso, mi sufrimiento se hizo canción:
Antes de vivir
Antes de vivir has muerto
callaste sin tener voz
emprendiste viaje al cielo
sin quererlo Dios
Y la luz que no ha brillado
me ilumina hoy
Tu camino ha sido corto
un principio, un final
y las huellas que dejaste
no se borrarán
Donde terminaste empiezo
a caminar hoy
Y en un jardín hoy estarás
entre flores mariposas y algo más
conociendo alegrías en un mundo espiritual
viviendo felicidad
y odiando un poco al amor
perdonando un poco al amor
y entendiendo nada al amor
Antes de vivir has muerto
callaste sin tener voz
emprendiste viaje al cielo
sin quererlo Dios
Y la luz que no ha brillado
me ilumina hoy
Tu camino ha sido corto
un principio, un final
y las huellas que dejaste
no se borrarán
Donde terminaste empiezo
a caminar hoy
Y en un jardín hoy estarás
entre flores mariposas y algo más
conociendo alegrías en un mundo espiritual
viviendo felicidad
y odiando un poco al amor
perdonando un poco al amor
y entendiendo nada al amor
Me has dejado con un dolor en el vientre. Y es que para "bien" o para "mal" para los hombres, las mujeres tenemos (o deberíamos tener por lo menos) la decisión sobre nuestro cuerpo.
ResponderBorrarEsta famosa decisión jode a más de uno y no es fácil tomarla, es como la decisión de suicidarse porque es una gran cobardía (de no asumir la responsabilidad de los actos) mezclados con la valentía de cargar de por vida con tus demonios, con tu conciencia y todo el kilombo religioso, + la incógnita de "cómo hubiera sido si...".
Polémico el tema.
Qué gran conflicto... uno lo quiere y el otro se quiere deshacer de él... doloroso!!!
ResponderBorrarPero el preguntarse el "cómo hubieras sido si" sólo sirve para atormentarse el alma con culpas ya expiadas, a veces las decisiones que tomas son nomás las que debías tomar y sólo te queda vivir con las consecuencias...
Un abrazo para reconfortar tu alma ...
No ña juzgo, pero no comprendo el egoismo, no comprendo...sin duda está en un jardín, sin duda y los perdonó ni duda cabe...
ResponderBorrarHablar más sería doler más...
Un abrazo fuerte, que espante nostalgias y preguntas.
ResponderBorrarY que convoque certezas y sonrisas...
Así es, Cápusla, hay decisiones que joden a muchos y no sólo al que las toma. Claro que también se debe distinguir un impulso de una decisión. El primero no esproducto de la reflexión, mientras que la segunda apela a la razón, a la meditación profunda sobre los pros y los contras. Por eso, y en esos términos, una decisión, por más difícil que sea tomarla, generalmente es lo mejor.
ResponderBorrarLos demonios domingueros, Sakura, fueron los que me trajeron este recuerdo. Yo aprendí muchas cosas con esa experiencia; sobre todo, no juzgar las acciones de los demás, por más incomprensibles que parezcan.
Ufa, Ganja, imagínte, si hablar sobre esto duele, cuán doloroso era cantar la canción sobre un escenario. La mayor parte de la gente jamás entendió la letra, pero una compañera, vocalista del grupo, se puso a llorar cuando la escuchó por primera vez; ella también había abortado.
Gracias, Vero. Aunque últimamente no encuentro certeza en nada; pero sonrisas, sí, siempre.
Realmente es una decisión muy difícil de tomar por que afectas/apagas la vida de uno que no tiene la culpa de nada, que no era esperado, deseado y lo peor de todo no era del todo querido.
ResponderBorrarEs un dolor al que te acostumbras, yo aborte hace 6 años y lo siento cada que veo un niño recién nacido y a veces a fin de mes se siente más fuerte la ausencia de ese ser que no tubo ni vos ni voto...
Me invente un consuelo (con ayuda de psicólogo, amigas y con muchas lagrimas de por medio) yo me obligo a creer que el niño que no llagó, por XYZ motivos/miedos/pretextos, está esperando paciente al hombre (en tu caso mujer) correcto para que sea su padre (madre) y que el amor será tan fuerte como para que él "quiera" quedarse.
Y sí, esto me hizo ser más tolerante, ahora intento no juzgar, me cuido con: pastillas, fechas de la regla, condones…..jajaja jaa…con todo lo que pillo, pero sobre todo elijo con lupa a las personas con las que me relaciono...ya sabes sexualmente hablando..jjeejej.
Siento haber sido tan catarra, pero recordé el momento más doloroso de mi vida, y lloró la persona que era hace años y que nunca más quiero que regrese.
Me valgo del anonimato para ocultar el dolor y vergüenza, espero comprendas...y gracias, por que de ves en cuando ayuda recordar los errores para saber cómo actuar la próxima ves.
Algo más…lo que no nos mata, nos hace más fuertes.
Un gran abrazo, fuerza que el regresará y traerá de vuelta el amor que le tenías al momento del abrazo cuidadoso.
huy!..estubo largito...no?..jeje...besos
ResponderBorrarRespeto tu anonimato y te agradezco por el comentario.
ResponderBorrar¡Fuerza!
por eso es mejor tener un condón en el bolsillo: nunca sobra y siempre puede faltar
ResponderBorrar¡¡Que tema!!, después de estos últimos comentarios, tan solo abrazos y saludos, después de todo con todas las cosas vividas uno aprende y crece, en definitiva uno madura para no cometer los mismos errores, eso importa; el preguntarse cómo hubiera sido si, como dijeron por ahí es para tan solo torturarse en algo que ya no se puede volver atrás.
ResponderBorrarSaludos
Gracias, Lilian. Así nomás tiene que ser, mirar hacia adelante, caminar hacia allá también, pero intentando no cometer los mismos errores. Aunque a veces es tan difícil no cometerlos...
ResponderBorrarEstoy contigo en tu dolor, que aunque pase el tiempo siempre estara ahi como lo estuvo ese día. Pero con el tiempo dscubriras que será el medio para conocer cosas nuevas. De alguna manera me atrevo a creer que sigues recentido con ella, solo te digo que lo que ella ha debido vivir en ese momeno y hasta ahora luego de esa decición no fue nada facil, y no es que trate de querer comparar a medir dolores.
ResponderBorrarNo, Raven, no estoy resentido con ella; me constó entenderla, pero lo hice. De hecho, ahora, es una de mis mejores amigas. Gracias a esa experiencia, aprendí muchas cosas, entre ellas, que la mujer tiene derecho a decidir sobre lo que ocurre en su cuerpo; por eso apoyo al movimiento "Mujeres por el derecho a decidir".
ResponderBorrarLo siento mucho.
ResponderBorrarA veces toda mi psicología se va al carajo, en especial cuando la situación estremece mis sentimientos.
Normalmente me vería obligada por mí misma a decir algo, algo que valiera la pena escuchar (en este caso leer); pero hoy no se me ocurre nada, excepto comunicarte mi admiración.