diciembre 26, 2006

Noche de estreno

El cuerpo está colgado de un poste. Es el único poste que aún alumbra, lo cual produce un extraño efecto: parece que el cuerpo estuviera flotando en la oscuridad de esta plaza. Una cuerda gruesa, de las que usan los cargadores, lo sostiene por el cuello. El rostro no está morado, lo que delata que fue colgado después de morir. Completamente desnudo, el cuerpo muestra un sin fin de moretones y rasmilladuras. La cara deforme, signo inequívoco de que fue golpeado brutalmente. En la boca, completamente abierta, le han introducido sus órganos genitales. Mucha sangre coagulada en la entrepierna. Recibió el castigo que la turba da a los violadores. Ya no hay gente por el lugar. Al pie del poste está un documento de identidad, probablemente el del difunto, donde, haciendo un esfuerzo, pues la sangre lo ha manchado, se puede leer un nombre: “Francisco Gabriel Vargas Mejía”.

19/04/03
Este feriado ha estado bien nomas. Las prosesiones me gustan mucho, siempre hay chicos apretados, ni siquiera se dan cuenta que los estoy tocando. También lo he visto al Pancho. Está bien rico. ¿Será sierto que se vende? Si fuera así, tengo que ahorrarme platita. Pasado mañana es mi cumple, seguro me van ha dar unos 50 pesos, me los tengo que guardar. Pucha, 14 años y virgen todavía. El Raymundo (inmundo) me a contado que el a sus doce ya estaba bien matrero. Pero con ese yo no me meto, además nisiquiera se le debe parar, solo le gusta hacerse dar. Con el Pancho debe ser bien. Me voy a guardar lo de mi cumple, porsiaca.


Francisco Vargas, más conocido como el Pancho, salió de su casa, denotando cierta dificultada al andar, para encontrarse con su madre, a quien le había prometido acompañarla en la procesión de Semana Santa. Seguía medio atontado por los alcoholes de la víspera. No era su costumbre beber, pero fue la única forma de calmar el dolor que tenía en el recto. Imposible visitar a un médico, le daba vergüenza. En unos días se le pasarían las lastimaduras, pero iban a ser días en los que no podría llevar dinero a su casa.

–¿Te gusta?
–Parece que no escucha, mi teniente.
–Conque haciéndose al sordito, ¿no? ¡Más adentro!
–Aaaaaay mierda...
–Malhablado el putito. Respondé, carajo, ¿te gusta?
–Feliz debe estar, mi teniente.
–Claro pues, tan grande, tan duro, así le debe gustar. ¡Más adentro!
–Noooo... aaaaaaaaay... aaay...
–Respondé, ¿te gusta? A ver, cabo, hágale responder.
–Su orden, mi teniente. Ya pues putito, tienes que decir “me gusta, rico es el bastón policial”. A ver, repetí: “me-gus-ta-el-bas-tón-po-li-cial”. ¿Sordo serás? No seas cojudo, repetí y te dejamos tranquilo. Parece que no escucha, mi teniente.
–¡Más adentro, carajo!
–Ayayaaaaayyyy... Me gus... me gusta el bas... bastón policial.
–Irrespetuoso el puto este. Enséñele, cabo.
–A ver putito, no seas sonso. Fácil es: “me gusta el bastón policial, mi teniente”. Así nomás es.
–Para que aprenda, ¡más adentro!
–Aaaaaaaayyyyyy, ya no, ayyy...
–Repetí bien pues, entonces.
–Me gusta el bastón po... policial, mi teniente.
–Ajá, ya que le gusta, ¡hasta el fondo!
–Aaaaaaaaaaaaayyyyyyyyyyy...

30/04/03
Me han confirmado que el Pancho es puto. Y no cobra mucho. Según el viejo Farías, cobra 100 pesos si lo montas y 70 si él pone el chorizo. Ese viejo asqueroso, queriendo meterme mano. Le he dicho que nunca. Ya vas a estar viniendo, cuando quieras para tu cine, me a dicho el desgrasiado. Por diosito que nunca. Ay Panchito, ya tengo 70. Pero como le voy a decir. ¿Y si se niega? Ojalá que no. Tenerlo dentro de mi, pucha que va ser rico. Ya no voy a ser virgen y hasta por ay consigo pareja. Por ay le gusto al Panchito. Ay diosito, ayudame pues.


Se había comprado una camisa nueva, muy cara. Tenía que estar bien vestido, así atraía a más clientes, además que quería conquistar a una chica que había conocido en la universidad. Con un par de libros bajo el brazo, caminó hasta la avenida tratando de no arrugar la manga de su nueva adquisición. Subió a un micro y detrás de él subió también Jacinto, más conocido como el Toti. Francisco se sentó en la última fila, Jacinto, a su lado. El Pancho y el Toti: diez años, quince centímetros y veintidós quilos de diferencia. El adolescente, un tanto nervioso, miraba de reojo al Pancho, como buscando un contacto visual que le diera pie para hablar algo. Inútil, Francisco tenía la mente puesta en otro lugar. La chica era especial, no tanto en lo físico, sino más bien en su forma de ser; era, como coloquialmente se dice, una chica de su casa.

–¿Ya lo han registrado al tal Pancho?
–Sí, mi teniente. Pero el doctor medio que ha estado molestando, preguntando que por qué tiene esas heridas. Lo han debido violar, yo le he dicho.
–Estos doctorcitos, siempre hechos a los defensores. ¿Y el Pancho no ha dicho nada?
–Nada mi teniente, pero colorado estaba, no sé si de rabia o de vergüenza.
–Qué va a ser de vergüenza, tremendo puto. Quién lo imaginaría, y tan hecho al pendex que era.
–¿Usted ya lo conocía?, mi teniente.
–Sí, él debe ser unos tres años menor que yo, éramos vecinos. Su padre tenía un negocio de no sé qué cosa, tenían plata, pues. Siempre nos miraba de arriba el Francisco, no le gustaba que le digan Pancho, se emputaba.
–De cómo se habrá vuelto puto, ¿no?
–Siempre ha debido ser marica, pero yo creo que ha empezado a cobrar cuando su padre se ha matado. Parece que tenía deudas el viejo.
–Que pena, ¿no?
–¡Ninguna pena! A los degenerados no hay que tenerles pena, y menos a estos que se creen mucha cosa.
–Cierto, mi teniente.
–Bueno, lo importante es que ya está registrado. ¿Le han dicho que tiene que hacer su control médico cada quince días?
–Sí, mi teniente, pero creo que no va a ir, nada nos ha respondido.
–Tienen que averiguar. Si no va, vamos a tener que charlar con él otra vuelta.
–Su orden, mi teniente.

Una señora ha llegado hasta el poste donde cuelga el cuerpo. Algunas personas la acompañan y tratan de calamar sus arranques de histeria. Un vecino se ha aproximado con una escalera, seguramente con el propósito de descolgar el cuerpo. Sin embargo, y a pesar de los ruegos de la señora –probablemente la madre del difunto–, algunas voces se han pronunciando indicando que se debe esperar el arribo de la policía. Es lo más prudente dadas las circunstancias. La señora ha quedado postrada al pie del poste y sus acompañantes han formado una especie de corral alrededor de ella. Ninguno levanta la cabeza; así, el cuerpo, a pesar de la compañía, permanece sólo, aislado.

05/05/03
No me animo a decirle al Pancho. Pucha, lo peor es que me gusta arto. Quisiera que no me cobre, que lo haga por gusto. Pero mañana me voy a animar, como sea. Según el Raymundo (inmundo), es mejor que de frente le diga, ¿cuanto cobras?. Pero me da no se que. Igual le voy a hablar. Poco a poco le voy a ir gustando. Ojalá mañana pueda escribir contando como había sido el cuerpo del Pancho. Diosito, ayudame.


El timbre despertó a Francisco. Tardó bastante en darse que cuenta que no era el despertador el que lo sacaba de su profundo sueño. Sólo se puso un pantalón y salió a abrir la puerta con desgano. Se topó con la infantil figura del Toti, que viéndolo con el torso desnudo se puso muy nervioso y apenas pudo articular un “hola”. Francisco recordaba haber visto alguna vez a ese mocoso por el barrio, pero ni se imaginaba la propuesta que iba a recibir de él. El Toti, reponiéndose de la impactante visión, repitió, casi de memoria, lo que durante toda la noche había planeado decir.

06/05/03
Es un hijo de puta. Que se creerá. No ha querido, ni siquiera por 100 pesos. Y es un mentiroso, hecho al que no se mete con menores, pero el Raymundo ya me había contado que con él ha estado varias veces. Además, yo lo quiero. No, mentira, lo odio, ahora lo odio. No debia decirle que lo quería. Se a reído el estúpido. Ya le voy a demostrar que no soy ningún feto. Juro por Dios que me voy a desvirginar bien pronto. Dando o recibiendo, no importa. Como sea, ya va a ver. Yo soy un burro, como me voy a fijar en ese animal. Solo es un puto, ni siquiera es tan lindo.


El Toti no podía contar su fracaso, imposible, Raymundo se habría reído de él tanto o más de lo que río Francisco cuando le declaró su amor. Era mejor decir que todo estuvo muy bien, que habían concertado otra cita, esta vez sin dinero de por medio. Y luego, que iban al cine, que Francisco lo recogía del colegio y lo llevaba a tomar helados, que pensaban escapar juntos para amarse sin esconderse. En unas semanas, de acuerdo con el Toti, Francisco estaba tan enamorado de él que pronto dejaría de venderse para ser suyo exclusivamente. Y como el barrio era pequeño y Raymundo un lengua suelta, la historia de ese amor prohibido llegó a oídos de Francisco. Al principio no le dio importancia, consideró que eran fantasías de ese chiquilín; pero luego, cuando se percató de lo peligroso que podía ser si esos cada vez más crecientes rumores eran creídos por más personas que Raymundo, decidió ponerle un alto. El remedio fue peor que la enfermedad. Francisco fue a la casa del Toti, le habló muy seriamente de lo que podría acarrear su mentira y le pidió, en un tono medio amenazador, que dejara de inventar cosas. El chiquillo, al parecer asustado, juró no seguir con sus fantasías, pero cuando se fue Francisco, Raymundo, que había estado espiando desde su ventana, corrió a la casa del Toti para averiguar el porqué de la discusión entre los enamorados, y la febril mente del adolescente fabricó una respuesta inmediata: “no fue nada, sólo está celoso por lo que hablo contigo”.

29/05/03
Soy un bruto, he pensado que el Pancho ha venido a verme, a pedirme perdón. Pero ese Raymundo se pasa de hablador, seguro a todo el barrio a contado las cosas que le he dicho. Que me importa. Mejor que todos piensen que estoy con el Pancho. Pero igual sigo virgen, ya no se que hacer. Pero de esta semana no pasa, juro. Mi vecinito es un buen candidato.


–Qué quiere, ¿no ve que estoy ocupado?
–Disculpe, mi teniente, pero creo que es importante. Es sobre el putito del otro día.
–¿Qué pasa con ese marica?
–Ha venido uno que dice que es su amigo para informar que el Pancho va a maltratar a un menor.
–¿Cómo es eso?
–No le he entendido muy bien, mi teniente, sería mejor que a usted nomás le hable.
–Hágalo pasar.
–Su orden, mi teniente.
–A ver, ¿qué pasa con tu amiguito?
–Loco parece, señor, bien furioso estaba, con ganas de matarlo a un chango que había hablado macanas de él.
–Yo también tengo ganas de matarte a vos, pero no por eso me van a denunciar.
–No pues, señor, esto es grave. El Pancho nunca es así, siempre es bien tranquilo, todo se aguanta. Pero este chico, el Toti, ha estado diciendo que el Pancho se lo monta cada vez y eso lo ha puesto furioso.
–Ajá, ya sé lo que pasa, vos estás celoso, ¿no?
–Cómo pues. Yo no soy ningún marica.
–Entonces qué te importa con quién se revuelca el Pancho.
–No me importa, señor, pero esta vez él no ha tenido nada con el chango, por lo menos eso me ha dicho. Él dice que no se mete con menores.
–Ya, o sea que este pendejito se está tirando a niños.
–Tampoco es tan niño, ya debe andar por los quince. Además, como le he dicho, el Pancho dice que no es verdad y por eso se ha enojado grave.
–Ya vamos a averiguar si es verdad o no. Si el río suena es porque piedras trae.
–Está bien, luego van a averiguar. Pero el Pancho estaba furioso. El Raymundo parece que le ha contado lo que el chango está diciendo por ahí...
–¿Quién es el Raymundo?
–Es un mariquita que siempre ha estado tras del Pancho, pero no tiene plata para pagarle. Además es amigo del Toti, parece.
–¿Y quién carajos es el Toti?
–Es el chango, pues, el que ha estado inventando sus amores con el Pancho.
–Ya, ya. Con que este barrio había estado lleno de maricas. Ahora, ¿cuál es lío?
–Ya le he dicho, el Pancho lo quiere matar al Toti. “Tanto que quiere, le voy a partir el culo a ese feto”, me ha dicho. “Como los policías me han hecho, igualito le voy a hacer, para que aprenda a no estar inventando huevadas”. Y se ha ido a buscarlo al Toti.
–Vos qué tiene que hablar de los policías, nosotros no hacemos nada a nadie, ¿me entiendes?
–Perdón, señor. Yo sólo le repito lo que el Pancho me ha dicho.
–Pues no repitas huevadas. Mejor decime dónde vive el tal Toti.

Siempre había sabido contener sus impulsos, eso era indispensable para llevar la vida que llevaba; sin embargo, esta vez Francisco no pudo contenerse. Ya le había advertido al mocoso que dejara de esparcir falsedades por el barrio. No era un juego de niños, sus palabras podían acarrear problemas muy serios, sobre todo si los padres del Toti llegaban a escuchar los rumores. Mientras caminaba hacia la casa del muchacho, no sabía qué iba a hacerle o decirle. Si bien su primera idea fue encajarle un palo en el recto para que se diera cuenta de que con él no se jugaba, luego pensó que quizás lo mejor sería darle gusto por una única vez, para por lo menos dejarlo calmado. De todas formas, debía ser duro, incluso llegar a golpearlo, un par de sopapos a lo mucho, para que el Toti dejara las habladurías. Con esas ideas en mente, llegó a la puerta y golpeó con fuerza unas seis veces hasta que el muchacho abrió.

La policía ha acordonado el lugar del linchamiento. Se ha confirmado la identidad del difunto: Francisco Vargas, alias el pancho, veinticuatro años, estudiante universitario, trabajador sexual recientemente registrado. Su madre, que entre desmayos clamaba por justicia, fue trasladada a un hospital cercano. El cuerpo ha sido descolgado. En el suelo luce menos grande. Las intermitencias azules de las luces policiales, mezcladas con la tenue iluminación del poste, hacen surgir muecas en el desfigurado rostro. Un teniente, casi con desgano, toma apuntes en una pequeña libreta: “Al parecer, el menor víctima de la violación se dio modos para señalar hacia dónde había corrido el violador. Los padres de la víctima, acompañados por unos parientes, amigos y otros curiosos, que en estos casos siempre se suman a la turba, sorprendieron al violador cuando trataba de ingresar en una vivienda vecina, seguramente con el propósito de esconderse. Según los pocos testigos (todos menores de edad, por lo que su testimonio no será de gran ayuda), Francisco Vargas gritaba que él no fue (lo mismo dicen todos los maleantes), pero la muchedumbre no prestó oídos a sus mentiras y procedieron a escarmentarlo cruelmente. Su martirio no ha debido durar más de veinte minutos.”

04/06/03
Por fin. Ya estoy estrenado. Que rico habia sido. Aunque al principio me ha dolido un poco, pero luego a estado bien. Creo que ha sido un buen debut. Gracias diosito, pucha, me has salvado de una buena. Jodido me he asustado. Tanta gente gritando, con sus palos, sus chicotes. Como se habrán dado cuenta. Ha debido seguir llorando el feto. En otra me tengo que buscar a uno de mi edad, hasta con el Raymundo puede ser. Que feto llorón. Pero le he dado dulces para que no llore, tranquilito lo he dejado. Tan chango, ni siquiera habla bien, no ha debido poder decir nada. Como se habrán dado cuenta. Tres añitos nomás debe tener. Pero estaba bien rico, carnosito. Gracias diosito, vos seguro lo has mandado al Pancho. ¿Para que habrá venido? Bien pero, si no venía ese gil, creo que me mataban. Que le habrán hecho. Lo han debido chicotear grave. Seguro ya no me va querer hablar. Ni modo, el nomas se jode.

30 comentarios:

  1. que manga de maleantes... pues ya sabes lo que dicen, "acostarse con wawas es amanecer c..." (sin importar el género o preferencia sexual)

    ResponderBorrar
  2. Ja!!!

    Es waso, no ve?
    No ve que es bien jodido??
    Pucha que pervertidos que son...!!

    Pues yo siento que todos son egoístas...

    tenía ganas de justificar al Pancho...
    luego al Toti...
    Luego a Nadie... será por que soy un egoista... talvez ese complejo impuesto de "querer no ser virgen" te vuelve egoista cuando eso es una dependencia...

    y bien machos que somos... que si ha dicho eso... carajo les queremos sacar su puta... para que sepa quien soy yo...

    y simplemente somos unos egoistas...

    ResponderBorrar
  3. ¿gracias diosito?, ¿tres añitos debe tener? uy mi hermano, al año te vas a aganar otro premio: "el maya" de las sacadas de onda, seguro!!!
    No sè si los gays hablaran asì, ya que sòlo he conocido al estereotipo de maraco "loca" amanerado, de cualquier forma veo que te gusta cambiar de tiempo y circunstancia para que no sea plano el relato y eso es lo que le da suspenso hasta el final.
    P.D. ¿estos cuentos de gays tambien son parte del festejo de los 100 años del strongest?

    ResponderBorrar
  4. Me gustan los finales inesperados. Y el olor a pueblo que tienen tus cuentos les da Vida.

    ResponderBorrar
  5. Sin criticar las preferencias sexuales, nada justifica que se viole a un niño/a ,aparte de depravado no es justo que se le quite la inocencia a un peke.
    Los unicos q les van a dar x el culo son los Stronguistas a los celestes.... pero con un palo!!! x q maricas no somos carajo!!! jeje bien machos.

    ResponderBorrar
  6. Jodido el final. Cuántas veces habrán linchado a inocentes, especialmente por el dicho ese de que una mentira cuando es repetida mil veces pesa más que una verdad (o algo así).

    Y concuerdo con el perrito. (Con perdones del Warikasaya si lee este comentario).

    ResponderBorrar
  7. Ron: Tú debes saber mucho de wawas, por lo visto. Jaja. Un abrazo.

    Jota: Completamente de acuerdo. Somos egoístas; quizá sea esa la naturaleza humana. Acabo de terminar de leer "En busca de Klingsor", una novela de Jorge Volpi. En ella se plantea algo similar, relatando cómo los cinétificos alemanes lloraron cuando se enteraron que los americanos habían lanzado la bomba en Hiroshima; no lo hicieron por las víctimas, sino porque se dieron cuenta de que sus rivales los habían derrotado. Es decir, lo único que importaba, en ambos bandos de ciéntificos, era realizar un descubrimiento, sin preocuparse por las consecuencias. En fin, egoístas nomás. Un abrazo.

    Perro: Los tigres somos muy amplios de mente, por eso no nos importa reflejar las perversiones de la horda celeste, pues, a fin de cuentas, los cholis tienen derecho a la libertad de opción sexual. Salud.

    Cristi: Gracias por el comentario. La Paz se brinda para ambientar los relatos, dotándolos de ese aire de pueblo que mencionas, pero también, de ser necesario, de un aire urbano. Esta ciudad es mágica. Un abrazo.

    Leslie: ¡Eso es! Fuerza.

    Vania: Creo que el choli panzón está ejerciendo maligna influencia en tus comentarios. En fin, igual te mando un abrazo.

    ResponderBorrar
  8. Realmente sabes tornar una historietilla en un drama sarcástico de la cruda realidad que se vive a diario... MUY BUNOE EL FINAL!!!, Crudo, desgarrador pero Bueno!!!

    Mmmmm... creo que no es relevante cómo hablen o no, gays o heterosexuales... talvez en algún momento todos hablemos así, no?

    Sin embargo, se debe reconocer que también puede ser la traducción de varios tigritos hablando al mismo tiempo... =)

    Saludos

    ResponderBorrar
  9. esta historia seguro que fue en algun barrio paceño, com por ejemplo... tembladerani... la tierra de los celestinos... se nota claramente su manera de hablar y buscar algún tigre que los desvirgue...

    en cuanto a mi experiencia con wawas, lamentablemente es inexistente, ni de chango, siempre estuve con changas mayorcitas a mi... excepto ahora que tengo una que ya paso los 21 hace un par de añitos... aunqe su mirada es de 15 todavía...

    saludos,

    r

    ResponderBorrar
  10. Me recuerda a Rashomon porque se ilustran las diversas versiones, muy bien dosificado entre diario, narrador y diálogos. El personaje de Francisco me gusta, lo veo como simple víctima de las circunstancias, puede ser egoísta, pero con principios y todo.

    ResponderBorrar
  11. si leslie bien macho eres, jejejeje

    ResponderBorrar
  12. perrito gracias x reconocer x q los Stronguistas somos machotes o machotas!!! estaba leyendo tu pagina... esta wena! un dia de estos t dejo un rujido.

    ResponderBorrar
  13. pinche perro kála... mejor organiza una chupa de año nuevo en lugar de andar criticando a tus jefes atigrados ...

    saludos,
    r

    ResponderBorrar
  14. Sakura: Gracias por el comentario. Tienes razón; no es relevante cuál es la forma o estilo de hablar de tal o cual grupo, lo que importa es que el lenguaje empleado corresponda con el mundo creado al interior de la misma ficción. Un abrazo. (Una duda, Sakura es un personaje de Hentai?)

    Ron: Pero a tu edad, una de 23 es una wawa! Te envidio, viejito, te envidio mucho. Un abrazo.

    Oso: Qué halago, viejo; ¡Rashomon! Puta, te pasaste. Bueno, creo que el Pancho es un peón en el tablero, más que víctima. Está inmerso en un juego, más no como jugador, sino como pieza. Salud.

    Perro: Estás pinchadorcito, ¿no?

    Leslie: No le dejes un rugido, se puede asustar. ;)

    Ron: ¡Bien dicho!

    ResponderBorrar
  15. No entiendo la relevancia, pertinencia o efecto de lo que le pasa a Pancho con la policía para el resto de lo que sucede después. Por otro lado, ¿este cuento es autoreferencial? Pareciera ser una justificación de tu nombre, como que al único que se lo han
    "estido" es a ti.

    ResponderBorrar
  16. Anónimo: Jajaja Puede ser....

    ResponderBorrar
  17. jajaja huele a envidia por aqui... tu respuesta no podia ser de otra manera; relevante, pertinente y efectiva .... GRANDE ESTIDO!!!

    ResponderBorrar
  18. ¿por que los anonimos siempre dejan algunas carnes crudas por ahi?. Dale leslie entra no más, no le hagas caso al estido, no me voy a asustar, más bien te voy a esperar...

    ResponderBorrar
  19. y recordando varias cosas...

    En mi noche de estreno también me violaron... pero me gustó... aunque no recuerdo por qué estaba muy hebrio y tenía 14 años...

    a muchos, no les gustaría una experiencia así.. pero bueeeno... mis supuestos cuates... me llevaron a un putero... Y la Camba enorme, con todas esas cosas enormes, me violó...

    Saludos, y feliz Año..

    ResponderBorrar
  20. Querido Willi: pasaba por aquí para desear que tengas un lindo 2007, que se multipliquen los éxitos del 2006 que bien los mereces.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  21. Leslie: Ya sabes: "Perro que ladra no muerde"

    Perro: Ya sabes: "Perro que habla, no es perro, es neurótico choli con ganas de morder tigres, pero sin dientes para hacerlo".

    Jota: Viejo, a los 14 o a los 7, todos hemos pasado por una experiencia similar. Y aquel que diga que no....

    Vania: Igualmente, mis mejores deseos para ti y toda tu familia; que tus dos ratones sigan siendo tan curiosos y preguntones, y tú les sigas respondiendo con tanto amor y paciencia. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  22. bueno... Sakura es un nombre en japonés por lo que puede ser utilizado como mejor le venga en gana a cualquier autor de hentai, sin embargo mi nick no es especificamente sustraido de un hentai pero si de un manga. =D

    Feliz Año Nuevo!!!, que este año esté colmado de nuevos y más grandes desafíos a la vez de satisfacciones...

    ResponderBorrar
  23. Te pasaste vienjo. pero si tienes mucho futuro
    saludos desde Holanda
    Leo

    ResponderBorrar
  24. Ceci: Igual para ti, muchas felicidades y éxitos. Un abrazo.

    Leo: Bienvenido a la Urbandina. Gracias por pronosticarme larga vida. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  25. che volví a leer mi primer coment de este post y considero pertinente aclarar algo... cuando me refiero a acostarse con wawas me refiero al pancho que dormía con changos adolescentes, menores que él, pues lo que hizo el otro chiso de comerse un niño es para castrarlo...

    saludos en este 20077777777777777


    terminación 7 buena suerte es che...

    r

    ResponderBorrar
  26. Ron: Ya, viejo, no es para que te sulfures tanto; ya es hora de que dejes atrás los traumas de la infancia, déjalo ir, déjalo ir... ¡Yaaaaaaaaaaa! Pues ojalás haya suerte para todos y todas. ¡Salud!

    ResponderBorrar
  27. Pido permiso para usar este cuento en mi sitio del Web.
    Favor escribir a avonvac@att.net.
    Gracias.

    ResponderBorrar
  28. Super bien escrito. Cada día me dejas más sorprendida, pues descubro una escritura limpia, sin adornos ni clichés. Esta historia me ha tocado muy profundo. Es fuerte y creo que logras despertar diferentes sentimientos, que salen de cada personaje, además.
    El final me pareció sencillamente perfecto. Estoy hablando a nivel literario, no de la historia en sí, pues ahí el final es crudo y cruel.
    A veces pienso en lo que nos despierta un cuento así de fuerte. A mucha gente le choca cuando se dicen las cosas como son. Podrá ser ficción, pero creo que es también parte de la cruda realidad. Y ese puede ser un problema para muchos, el que un escritor nos confronte, desde su universo, con ciertos temas difíciles del día a día.
    Te felicito.
    Saludos.

    ResponderBorrar
  29. Avonvac: Permiso concedido.

    Camila: Gracias por el comentario. Generalmente, los escritores exploran el lado oscuro del ser humano, porque lo "bueno" casi todos nos rajamos por mostrarlo. Entonces, es lógico que algunos textos choquen, pues reflejan ese lado que nos esforzamos por ocultar. En fin, todo es cuestión de gustos. Un abrazo.

    ResponderBorrar
  30. Vayanse a la mierda!!! Viva el Partido Liberal!

    ResponderBorrar